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jueves, 4 de octubre de 2012

EL IMPACTO DE NUESTRO HÁBITOS EN LA SALUD


Muchos de nosotros cuidamos más nuestro coche que nuestro cuerpo. Sin embargo, cada día hay más pruebas de que nuestras acciones tienen un impacto profundo en nuestra salud, calidad de vida y longevidad aunque ya nos estemos acercando a la vejez. En efecto, a los 60, 70, 80 e incluso a los 90 años, podemos reducir nuestro riesgo de contraer cáncer o enfermedades cardiovasculares haciendo cambios en nuestro estilo de vida; nunca es demasiado tarde para dejar de fumar, y ahora existen medicamentos que ayudan a controlar problemas digestivos estresantes como el reflujo y la acidez.
Con un estilo de vida saludable, podemos evitar también la diabetes, un problema que afecta a cientos de millones de personas en el mundo y que puede llevar a enfermedades cardiacas, pérdida de la visión, insuficiencia renal o amputación de extremidades. Esta guía te ayudará a reducir esos riesgos y a alcanzar una vida larga, disfrutable y plena.
 
Corazón y sangre
Las enfermedades cardiovasculares causan la muerte de millones de personas todos los años. La clave de la prevención es hacer ejercicio a medida que envejeces. Esto activa el corazón, reduce el colesterol y previene la acumulación de grasa. Bastan 150 minutos semanales de una actividad como nadar, caminar a paso ligero, montar en bicicleta o arreglar el jardín.
Algo que los médicos no suelen mencionar es que una serie de sesiones breves de ejercicio a lo largo del día, de unos 10 minutos cada una, es tan eficaz como realizar sesiones de mayor duración pero en menor cantidad.
Además, debes evitar los periodos largos de inactividad. No pases más de dos horas seguidas sentado o acostado durante el día sin levantarte y mover las piernas.
La buena nutrición es esencial e incluye algunas sorpresas. Se ha demostrado que beber una pequeña cantidad de alcohol varias veces a la semana ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares en los adultos mayores de 40 años. Investigadores de la Universidad Católica de « Campobasso, en Italia, han observado también que consumir unos siete gramos de chocolate negro al día reduce el riesgo de inflamaciones y enfermedades cardiacas.
Aunque no hay consenso entre los médicos respecto a si se deben recetar medicamentos para reducir el colesterol a todo el mundo en la vejez, un reciente estudio de 175.000 personas publicado en The Lancet reveló que las estatinas pueden prevenir la aparición de cardiopatías incluso en hombres y mujeres saludables.
 
Audición
Muchas personas mayores de 65 años presentan alguna forma de sordera, pero pocas de las que necesitan un auxiliar auditivo lo usan.
Si tú aún conservas el oído, es importante que lo protejas poniéndote tapones en las orejas al asistir a conciertos ruidosos, carreras de coches o espectáculos multitudinarios. Según la Organización Mundial de la Salud, los daños auditivos generalmente son causados por maquinaria, música, explosiones o infecciones, y el 50 por ciento de ellos son evitables.
Los estudios muestran que un nivel adecuado de magnesio, mineral presente en las espinacas y otras verduras de hoja verde, ayuda a proteger de la pérdida auditiva por ruido. Los complementos de ginkgo biloba al parecer protegen contra el zumbido de oídos, e incluso podrían revertir algunos tipos de sordera.
También hay pruebas de que una o dos copas de alcohol al día pueden ayudar, aunque no todos los médicos avalan esto. Un estudio alemán reveló que beber en exceso puede provocar daños auditivos.
El tabaquismo y la obesidad son factores de riesgo bien conocidos, pero hacer ejercicio y llevar una dieta saludable baja en grasas protege la audición, ya que aumenta el flujo de sangre y oxígeno a los huesos y músculos del oído interno.
El hecho de que necesites subir el volumen del televisor no significa por fuerza que te estés quedando sordo. Pide a tu médico que te revise los oídos y retire el cerumen. No intentes hacerlo en casa con bastoncillos, pero si necesitas quitar cerumen, compra gotas en una farmacia.
Salud mental
Aprender una habilidad nueva, tener un pasatiempo, participar como voluntario en obras altruistas o empezar un pequeño negocio después de los 65 años mantiene en forma tus facultades. Incluso resolver crucigramas o armar rompecabezas puede ayudarte a convervar la lucidez.
Abundan las pruebas de que caminar aumenta la capacidad mental. El ejercicio hace fluir más sangre al cerebro y favorece la interconexión neuronal. Un estudio de la Universidad de Pittsburgh mostró que los adultos mayores que caminan entre 10 y 14 kilómetros por semana tienen menos riesgo de sufrir mermas mentales.
Otras investigaciones indican que 15 minutos de caminata al día también ofrecen beneficios.
Un estudio sueco publicado en Lancet Neurology en 2005 reveló que dos sesiones por semana de media hora de caminata en la madurez reducen significativamente el riesgo de contraer Alzheimer en la vejez.

Una dieta baja en grasas y abundante en frutas y verduras también mantiene sano el cerebro. Está comprobado que dejar de fumar, dormir bien y beber pequeñas cantidades de alcohol ayudan a prevenir el deterioro mental. Incluso algunos estudios indican que tomar café reduce el riesgo de demencia senil.
 
Salud sexual
Aunque la libido decae naturalmente con la edad, la generación mayor de hoy disfruta de una vida sexual más activa que en el pasado. En la última década, las píldoras para la disfunción eréctil, como el Viagra, han cambiado muchas vidas. Funcionan en 70 por ciento de los hombres; sin embargo, la impotencia a menudo es causada por problemas de salud subyacentes, como enfermedades cardiacas, diabetes y deficiencias hormonales. Así que, como dice Geoffrey Hackett, especialista en salud sexual, “en vez de comprar Viagra a través de Internet, los hombres deberían hacerse un examen médico”.
Las pruebas clínicas de dos complementos alimenticios, la L-arginina y el ginseng, mostraron una reducción en la disfunción eréctil. Un nivel bajo de testosterona puede tratarse con geles o inyecciones de hormonas de acción prolongada.
Después de la menopausia, es común que a las mujeres les resulten dolorosas las relaciones sexuales. La principal causa es la sequedad vaginal, así que los lubricantes y las píldoras o cremas de estrógenos les pueden ayudar. Otras causas de dolor durante el coito son las infecciones y ciertos cambios físicos; en esos casos hay que acudir al médico. Los problemas sexuales en las mujeres pueden deberse también a factores ocultos como alta presión arterial, hipotiroidismo, diabetes y uso de medicamentos antidepresivos.
 Huesos, músculos y articulaciones
Según envejecemos, perdemos masa ósea y muscular. Los huesos delgados y frágiles se rompen más fácilmente.
En los adultos mayores, las fracturas de cadera pueden ser letales, y las fracturas por compresión de la columna vertebral causan dolor y pérdida de estatura.
Después de los 65 años, es esencial fortalecer los huesos con ejercicios de esfuerzo regulares, desde levantar pesas en un gimnasio hasta bailar, jugar tenis, caminar a paso rápido o arreglar el jardín. Los médicos recomiendan tres sesiones de 10 minutos de alguna actividad vigorosa diariamente, cinco días a la semana.
El ejercicio también es clave para prevenir la pérdida muscular. La persona media pierde el 10 por ciento de la fuerza de las piernas cada década, pero los investigadores han observado que los adultos de 90 años pueden recuperar la fuerza muscular que tenían a los 70 en solo 10 semanas con visitas regulares al gimnasio.
A partir de los 70 años, los médicos aconsejan ingerir 1.200 miligramos de calcio al día para proteger los huesos (equivalen a cuatro vasos de leche o a 140 gramos de queso suizo). El cuerpo necesita vitamina D para absorber el calcio, así que consume alimentos que la contengan, toma el sol con moderación o toma un complemento.
En la vejez, los huesos y las articulaciones son también vulnerables a la osteoartritis: el desgaste del cartílago.
El ejercicio es el mejor tratamiento natural; perder peso quita presión a las articulaciones, y las buenas posturas retrasan el daño.
 
Dientes y ojos
Hoy día perder los dientes ya no es una parte inevitable del envejecimiento, como lo era antaño, pero a medida que envejecemos nuestras encías se van retrayendo hasta cerca de la raíz, lo que nos hace más propensos a la caries. Está comprobado también que los dientes se deterioran más rápidamente en la vejez.
Aparte de reducir los alimentos y bebidas azucaradas y el azúcar, puedes comprar un dentífrico con un contenido de fluoruro más alto de lo normal, especialmente indicado para gente mayor.
Los fumadores corren más riesgo de sufrir deterioro dental y enfermedades de las encías, en tanto que el alcohol también puede aumentar el riego de cáncer bucal.
Una ingesta elevada de antioxidantes, las sustancias de las frutas y las verduras que pueden proteger a las células de daños causados por las moléculas inestables conocidas como radicales libres puede reducir el riesgo de padecer degeneración macular relacionada con la edad (DMRE), problema que reduce poco a poco la visión.
La vitamina C, presente en los cítricos, y los carotenoides, contenidos en espinacas, col y pimientos rojos y amarillos, son particularmente buenos para prevenir la pérdida de visión.
Un estudio encontró que la gente mayor que toma 80 mg. diarios de zinc corre menos riesgo de DMRE, y hay evidencias que apuntan a que comer pescado graso una vez por semana puede reducir también el riesgo de problemas oculares.

1 comentario:

  1. Qué buenos consejos, tus lectores los agradecemos mucho.
    Hay que cuidarse de todos los elementos que mencionaste, y saber que aunque estemos viejos, desde ya tenemos que ir tomando en cuenta qué cosas podrían afectarnos en nuestra vejez.
    Gracias de verdad!

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