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viernes, 8 de junio de 2012

CORRE Y SÉ FELIZ

Analizamos la inexorable relación entre el fenómeno del running y las endorfinas.

“A nivel mental es un lujo, estoy cargada de endorfinas que no solo te hacen estar más feliz, sino que actúa como analgésico de manera que atenúa los dolores que puedas tener. Me gusta salir a correr sola, encontrarme conmigo misma, sentir el frío y ver cómo amanece en Madrid. ¡Son sensaciones que me cargan de energía!”, me contesta Clara Montoya, jefa de publicidad , cuando resume la sensación que le provoca salir a correr.

Adicta al running –algo fácil de intuir tras leer estas líneas–, Clara responde de forma aún más contundente cuando le pregunto cómo organiza su tiempo (es madre de mellizos y trabaja a full time) para correr casi a diario. “Tengo dos hijos y no me gusta perderme nada de ellos, así que dos días en semana corro muy temprano (¡he llegado a pisar la calle a las 6:30 h de la mañana!) y un tercer día, durante el fin de semana, corro por la mañana, pero sin prisas”. Y puntualiza: “No utilizo el despertador, me basta con pensar en que quiero correr al día siguiente y directamente me despierto”.

Tras una conversación con Clara es fácil plantearse las bondades y la absoluta necesidad de incorporar esta rutina en nuestras vidas. Porque ella, que define el running como “el deporte más adictivo que conozco”, corre a bajas temperaturas y bajo la lluvia porque los beneficios de esta practica le compensan. Y mucho: “Desde que empecé a correr hace tres años me siento más ágil mentalmente y con ganas de comerme el mundo. Comencé a madrugar más, a cenar pronto, a trasnochar menos y a llevar una vida más ordenada”, sentencia.

Luis Javier Gonzalez, director técnico de easy running; Rafael Vicetto, de la clínica Fisioterapia Vicetto y Alejandro Escudero, fitness manager de Caroli Health Club, rubrican las afirmaciones de Clara y van más allá. Esta inexorable relación entre endorfinas y running es calificada por Vicetto como Runner´s High (euforia del corredor) y se traduce en un deporte un tanto adictivo que, además, embellece nuestra piel, libera nuestro organismo de toxinas y mejora nuestra vida sexual. Analizamos los beneficios de esta práctica y trazamos su manual de uso. Yes, we run!.

Opiáceos naturales. Así es como se conocen a las endorfinas, cuyos niveles se ven incrementados considerablemente por obra y gracia de deportes como el running. “Entre sus efectos psico-fisiológicos se encuentran su capacidad para bajar la percepción del dolor y subir el estado de ánimo”, nos cuenta Luis Javier González, que recalca el estado general de euforia que proporciona el deporte. “Después de un ejercicio progresivo la producción endógena de endorfinas oscila entre 1,5 y 7 veces más”, recalca el experto de easyrunning. Y añade: "El pico de endorfinas alcanza su máximo en el minuto cinco de la recuperación, disminuyendo progresivamente hasta alcanzar los niveles basales en el minuto 20".

Muy adictivo. Clara Montoya definía el running como “el deporte más adictivo que conozco”. La explicación la encontramos en ese efecto similar al de los opioides y al hecho constatado científicamente de que la intesidad de la carrera influye de forma determinante en el aumento de las endorfinas. “Esto hace que los runners se enganchen y que sean adictos a medida que van aumentando su nivel de resistencia “, afirma González.
Suma y sigue. “Al hacer ejercicio se produce testosterona, una hormona relacionada con la sexualidad”, sentencia Rafael Vicetto cuando le preguntamos por los beneficios que aporta el running a la vida sexual. Alejandro Escudero añade. “Con el deporte hay una gran mejora de la circulación que ayuda a una mayor vasodilatación de los vasos sanguíneos necesarios para estimular las zonas erógenas”.
 
¿Cuál es el mejor momento del día? Aunque la clave está en adaptar las sesiones a tu agenda –“Hazlo en función de tus capacidades y objetivos", aconseja Luis Javier González–, según diversos estudios basados en biorritmos es "por la tarde, sobre las seis y las siete, cuando el organismo está más activo. No obstante, también depende de cada persona y de sus hábitos”, añade el experto. Y advierte: “Entrenar muy fuerte por la noche puede alterar el sueño, por lo que debe ser ejercicio moderado”.
 
Si es por la mañana... Ante la eterna duda de desayunar antes o después de la carrera, los expertos recomiendan, antes de salir a correr, ingerir un tentempié ligero para no tener un déficit de glucosa. Después, es necesario completar el desayuno, tomar una bebida isotónica y algún carbohidrato digestivo, tal y como recomienda Escudero.
 
Por donde pisas. Aunque, tal y como nos explica Rafael Vicetto, “la sensación de correr en la naturaleza no es comparable a ningún sitio”, en nuestro día a día acaba siendo más fácil hacerlo en la ciudad. Es una alternativa –sobre todo si buscamos parques o polideportivos urbanos– aunque siempre teniendo en cuenta el tipo de terreno que pisas. “Es importante alternar tanto asfalto como tierra, así las articulaciones de pies, rodillas y caderas tienen información de diferentes superficies”, sentecia Vicetto.
 
Poco a poco. Es otra de las máximas repetidas a modo de mantra por los expertos consultados, sobre todo para los amateurs que quieren iniciarse en esta disciplina. “Es importante empezar despacio, corriendo pocos kilómetros (máximo 3 por sesión), dos o tres días a la semana. Después se puede ir incrementando gradualmente el volumen a medida que vas aumentando tus niveles de resistencia”, nos cuenta Luis Javier de easyrunning. Por otra parte, Vicetto recomienda alternar carrera con caminar a buen ritmo durante 20/30 minutos. Y siempre, sobre todo cuando se empieza, "descansar el día posterior y escuchar el cuerpo para no forzarlo nunca", añade.

Dieta de una adicta al running. Clara Montoya nos recuerda la importancia de incorporar hidratos de carbono a la dieta cuando se corre con frecuencia: “Copos de avena para desayunar y pasta integral, arroz o sémola para comer. Son nuestra gasolina”, dice. Y el día antes mantener la hidratación con una bebida isotónica o con un preparado hand made: “Un litro de agua con un limón exprimido y una cucharada de miel o azúcar moreno y una pizca de sal”.

Cosa de chicas. “Como norma general las mujeres se sienten más atraídas por el running que los hombres”, nos cuentan desde easyrunning. ¿Los motivos? Es un deporte que quema calorías y mantiene tonificados los músculos por el trabajo de impacto del tren inferior. Sin embargo, para luchar contra el enemigo número 1 de las féminas, la celulitis, es necesario, tal y como apunta Escudero, “trabajar la zona realizando también zancadas o sentadillas”.

Anticelulíticos, ¿antes o después? Existe una gran duda sobre su modo de uso cuando se combina con una sesión de running. La mayoría de los expertos recomiendan aplicarlos antes porque “al aumentar el riego sanguíneo el producto llega de manera más rápida y efectiva a las células”, sentencia Luis Javier González. Montoya, por su parte, nos desvela que, en ocasiones, antes de salir a correr toma una pastilla de carnitina “para quemar la grasa y tener más gasolina”.

Terapia antiaging. Está comprobado, la sudoración que se produce con la práctica de cualquier deporte ayuda a eliminar toxinas. Clara lo resume así: “Al aumentar el riego sanguíneo la piel está más radiante, más luminosa”. Sin embargo para combatir el estrés oxidativo que produce el deporte (diversos estudios han corroborado que durante la práctica de ejercicio se generan radicales libres y otras especies reactivas de oxígeno produciendo un cierto daño oxidativo), Clara Montoya toma la precaución de tomar cápsulas antioxidantes de coenzima Q10 para compensar este efecto oxidativo.

Unplugged. Respecto a la conveniencia o no de escuchar música durante el running y aunque existen diversos estudios que corroboran que una correcta selección de la misma puede aumentar nuestra resistencia un 15%, Luis Javier González coincide con otros tantos expertos que recomiendan correr sin música. Porque aumenta la concentración y porque “interiorizas más el ejercicio, escuchas tu respiración y conoces tus límites mejor”. Clara lo apoya así: “La música te puede acelerar en un momento, pero también te puede hacer ir a un ritmo que no es el adecuado. Mi entrenador me aconseja que salga unplugged para ser consciente de las sensaciones, la respiración y el ritmo" .

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