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jueves, 10 de marzo de 2011

¿SABES LLEVAR BIEN LOS TACONES?


Bastien Gonzalez, conocido como el gurú de los pies, nos da las claves.
El gurú de los pies, Mr Happy Feet o Foot Virtuoso. Estos son algunos de los calificativos con los que redacta prensa y público la carta de presentación de Bastien Gonzalez, un experto en pedicura convertido casi en leyenda. No en vano predica una filosofía que desmonta muchos de los mitos que existen en torno al cuidado de pies y manos.

Por no hablar de la capacidad que tiene –él nunca lo reconocería pero la gente que le rodea da fe de ello- para que sus clientas más fieles (entre las que se encuentran varias celebs, cuyos nombres tampoco desvelaría, aunque ya sean vox populi) pongan a su disposición un avión privado para hacerse la pedicura con él. Un ritual de lujo -cuesta alrededor de 180 €- cuyos pilares básicos nos ha desvelado él mismo.

Hablamos con Bastien Gonzalez para conocer su filosofía y elaborar el manual de uso definitivo de unos zapatos de tacón. Como los que se llevan esta temporada.


MUCHA SALUD. Antes de entrar en materia Bastien recalca su filosofía. “La pedicura es una cura, no es sólo dar color a las uñas. Por eso, para mí, en una pedicura el paso más importante es el masaje”.

UN MASAJE, POR FAVOR. Teniendo en cuenta que los tacones hacen que nuestros pies sean presionados contra el suelo y las plantas pierdan ese volumen que amortigua el impacto, Bastien insiste en la necesidad de masajearlas para recuperar este volumen.

ES JUSTO Y NECESARIO. Bastien nos da más motivos para justificar la necesidad de un buen masaje. “Activa la circulación de la sangre y mejora la elasticidad de la piel”. ¿La clave para hacerlo? Con movimientos suaves y prolongando su acción también a las piernas ya que, tal y como afirma, “así mejoramos la circulación y conseguimos que la sangre suba de nuevo al corazón”.

SÓLO PARA TUS PIES. La exfoliación es otra de las piedras angulares de su ritual. El francés recomienda llevarla a cabo sólo una vez a la semana, poniendo previamente los pies en agua caliente durante 20 minutos. La clave es aplicar el producto con movimientos suaves, sin frotar.

UNA TORTURA PREMEDITADA. Para evitar un mal común en los dedos de los pies de cualquier mujer que calza zapatos de tacón -la deshidratación, causada por el roce con los zapatos-, Bastien recomienda masajear cada uno de los dedos y, si es necesario, utilizar un esmalte de uñas transparente alrededor de las uñas para protegerlas.


UNA CLASE PRÁCTICA. “Llevamos tacones, pero no hay educación al respecto”, sentencia este francés con ascendencia española. “Aunque se pueden llevar, es necesario practicar a diario este ejercicio: sin zapatos, ha de ponerse el pie sobre el suelo y estirar la pantorrilla para no dañar el ligamento. Después deben moverse los dedos para evitar que se deformen".

DIVINAS CUTÍCULAS. Uno de los aciertos de las pedicuras de este gurú es tratar con mimo las cutículas. “No hay que quitarlas porque se genera inflamación y se produce un efecto rebote que se traduce en un mayor número de cutículas. Tampoco conviene empujarlas demasiado ya que se puede provocar una uña encarnada”.

UNA PEDICURA BASTIEN. Aunque sus llamados Pedi:Mani:Cure Studios están repartidos por todo el mundo, en España el único sitio en el que ha instalado su cuartel para llevar a cabo sus tratamientos es en el spa del hotel Mandarin Oriental de Barcelona. Aunque es un lujo experimentar este ritual, Bastien, honesto donde los haya, promete. “Siempre digo a mis clientas que después de hacerse esta pedicura, si se masajean los pies todas las noches y los hidratan, nunca tendrán que volver a verme”.

PULIR, PULIR Y PULIR. “Una de la cosas que aprendí de mi abuela es la técnica de pulido para dar brillo a las uñas y oxigenarlas”. Tan efectivo es este paso que nos cuenta que el 72% de las mujeres que se ponen en sus manos obvian el proceso de dar color a sus uñas”.

LA TEORÍA DEL COLOR. Es otro de los grandes pilares de su filosofía. “Las mujeres pintan las uñas para cubrir imperfecciones”. Craso error según Bastien que, tajante, nos confiesa que las lacas secan las uñas y pueden llegar a estropearlas en exceso. Por eso recomienda que los esmaltes se usen a modo de maquillaje, retirándolo periódicamente para que la uña puede airearse. “No estoy en contra del esmalte, sino más bien de su uso continuo”.

LA ECUACIÓN PERFECTA. Como si de un ritual de limpieza se tratase, Bastien nos da la clave para usar correctamente una laca de uñas: mantenerlas pintadas un máximo de tres días y dejarlas libres de esmalte dos.

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