Este licuado se prepara dejando en remojo durante toda una noche cinco cucharadas de alpiste en un vaso con agua. Por la mañana, se cuela el preparado, se reservan las semillas y se licúan junto con un litro de agua. Tomando de forma regular, este preparado ayuda a tonificar los riñones, el hígado y el páncreas-el órgano encargado de producir la insulina, la hormona que reduce los niveles de glucosa en sangre-. El alpiste también contribuye a mejorar el nivel de colesterol, un beneficio que comparte con muchas otras semillas - linaza, sésamo, etc.-. Debido a su riqueza enzimática, también favorece la digestión, en especial la de los alimentos grasos.
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