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martes, 10 de mayo de 2011

ETAPAS DE DISTANCIA EN LA RELACIÓN


Dentro de cualquiero relación humana, el cambio es inevitable; por eso hay tiempos en que la distancia es una parte natural y normal de la pareja. Aquí, los distanciamientos más comunes y por qué ocurren:

El primer año. Todas lo hemos sentido: tenemos un novio nuevo, y el sol parece brillar más fuerte, el aire huele más puro, la vida más bella. No puedes sacar su imagen de tu mente ni por un minuto; quitarle las manos de encima te parece imposible, y dos horas sin él son una eternidad. Pero después, todo comienza a ser más calmado, más sereno, hasta llegar al punto en que te descubre deseando espacio incluso criticando al que antes parecía ser el hombre perfecto. ¿Qué significa esto? ¿Qué el amor se acabó? De eso nada: simplemente, estás tratando de comprobar si tus expectativas están satisfechas, si él es realmente lo que buscabas. Tras la etapa de romance inicial, el primer año de una relación está comúnmente destinado al reconocimiento de las expectativas, y a un proceso de rectificación. Es decir, tanto tú como él empezarán a preguntarse si de verdad han encontrado la pareja que deseaban, y si la unión es satisfactoria. Pero que lo sea no sólo depende de él, también depende de cúan realistas eran tus expectativas. Por ejemplo, si sólo iniciaste la relación porque te sentías sola, deprimida o creyendo que un hombre sería la cura de todos tus problemas, estas expectativas nunca va a ser satisfechas y tu distanciamiento no será pasajero, sino eterno.

Embarazo y maternidad. El embarazo y la maternidad también pudieran conducir a un súbito descontento con la relación, lo mismo en el caso del hombre que de la mujer. Los cambios en la relación sexual que estos procesos condicionan casi siempre hacen que el hombre se sienta apartado, relegado a un segundo plano en la atención de su mujer, mientras que ella, concentrada en su cuerpo y en el niño que crece en su interior, cataloga las demandas emocionales de su hombre como una intrusión. El resultado: un poco de alejamiento que puede exacerbarse aún más con el nacimiento del niño, el cual quizá despierte viejos resentimientos acerca de cómo cada uno de los dos fueron cuidados por sus respectivos padres y cómo hubieran querido ser atendidos.

El séptimo año. ¿Quién no ha escuchado hablar de la comezón del séptimo año? Pues éste es otro momento en que la distancia se vuelve un parte normal del patrón del desarrollo de la relación. Durante este año, una serie de dudas acerca de la elección correcta de la pareja vuelven a aparecer tanto en el hombre como en la mujer. Ya medida que se distancian para revaluar su elección y compromiso, también son propensos a evitar el contacto sexual. Con frecuencia, la disfunción sexual es la manifestación exterior de las dudas que se están experimentando.

La mediana edad. Una transición exitosa por una relación sentimental requiere una aceptación del proceso de envejecimiento y de las limitaciones que va adquiriendo la pareja con el paso de los años. Sin embargo, cuando los cambios de la mediana edad comienzan a presentarse, las parejas aún no están completamente preparada para asimilarlos, y el resultado vuelve a ser el distanciamiento. Los sentimientos de decadencia y poca utilidad que los hombres suelen manifestar en esta etapa, los conducen casi siempre a aislarse de sus esposas, quienes interpretan su lejanía como un deseo de querer abandonarlas para comenzar una nueva vida con una mujer mucho más joven.

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