Sus virtudes cosméticas eran ya valoradas por nuestros ancestros. Y tú, ¿conoces los secretos de estos aliados de tu piel y de tu pelo? En estas páginas te ayudamos a descubrir todos los beneficios de los aceites para que los disfrutes. Gota a gota nos envuelven con un velo hidratante, perfumado y sensual. Son el regalo más preciado para la cutícula capilar y para la epidermis. Se usan en seco o en húmedo, directamente sobre la piel o el pelo o diluidos en el agua del baño. No tengas miedo de hacerte con uno o más de ellos porque, en contra de lo que se cree, no engrasan ni pringan, sólo hidratan y nutren, pero desaparecen al tacto, dejando una sensación aterciopelada y seductora.
ASÍ SON
Secos, satinan la piel. Ricos en ácidos grasos esenciales, nutren a la perfección la epidermis sin dejar un velo graso ni sensación de incomodidad. Son la hidratación máxima y más rápida. Están formulados para que se deslicen suavemente sobre la piel y se absorban al instante. No brillan ni pringan, ni manchan la ropa. Su efecto dura 24 horas y dejan la piel con un aspecto muy sexy. Para el rostro, te recomendamos los aceites 100% puros de Corpore Sano, de argán o de rosa mosqueta. El primero tiene propiedades reestructurantes, nutritivas, regeneradoras y antioxidantes y protege de un envejecimiento prematuro. El de rosa mosqueta regenera y nutre la piel, proporcionándole elasticidad y firmeza, y atenúa las arrugas y las marcas de acné.
Oleosos, se usan bajo la ducha. En la antigüedad, las mujeres se embellecían de la cabeza a los pies con aceite de oliva, para preservar la flexibilidad de la piel. Las epidermis con tendencia a la sequedad son las que mejor se benefician de sus nutrientes. Unas gotas vertidas directamente en el baño transforman el agua en fuente de hidratación.
Perfumados, para una sensación intensa. En el Antiguo Egipto, ya era común que las mujeres mezclaran perfumes con aceites de masaje. Hay estudios que prueban que los cuerpos grasos tienen una mayor facilidad para fijar los olores. Y son mejor tolerados por las pieles más sensibles. La alquimia que los produce es sencilla: una mezcla nutritiva de aceites junto con un perfume se convierte en un ungüento precioso. El aroma se mantiene todo el día gracias al calor de la piel.
Centelleantes, iluminan la piel y el cabello. Además de regenerar los cutis más secos o deshidratados, sus micropartículas brillantes captan la luz y ocultan los defectos. Aplicados al escote, los brazos o la espalda, realzan cualquier vestido de noche. En las piernas, si el vestido tiene abertura, aplicados de muslo a rodilla crean un efecto de ‘alargamiento’. En el pelo, aportan reflejos iridiscentes, dando sensación de más volumen.
ASÍ SE USAN
En el cuerpo. Si es un limpiador, como un gel de ducha, emulsiona un poco de producto con agua entre las palmas y aplica desde los tobillos con un suave masaje. Aclara y presiona con una toalla, sin frotar. No necesitas más hidratante. Si te decides por un aceite de ‘los de toda la vida’, después de lavarte como de costumbre, sin salir de la ducha, aplica unas gotas de producto sobre las manos y masajea desde los tobillos sobre la piel húmeda. Esto crea una película que evita la deshidratación. Una vez seca, tu piel quedará como la seda, sin rastro de grasa. Los aceites secos se usan como una leche, después de la ducha, sobre la piel perfectamente seca; permiten vestirse inmediatamente y dejan un tacto satinado. En la cara. Bastan unas gotas para beneficiarse de todas sus virtudes, directamente en la frente, las mejillas, la barbilla y el cuello. Extiende con las yemas de los dedos desde el interior hacia el exterior del rostro. Gracias a su textura sedosa, los aceites son absorbidos rápidamente por nuestra dermis.
En el cuerpo. Si es un limpiador, como un gel de ducha, emulsiona un poco de producto con agua entre las palmas y aplica desde los tobillos con un suave masaje. Aclara y presiona con una toalla, sin frotar. No necesitas más hidratante. Si te decides por un aceite de ‘los de toda la vida’, después de lavarte como de costumbre, sin salir de la ducha, aplica unas gotas de producto sobre las manos y masajea desde los tobillos sobre la piel húmeda. Esto crea una película que evita la deshidratación. Una vez seca, tu piel quedará como la seda, sin rastro de grasa. Los aceites secos se usan como una leche, después de la ducha, sobre la piel perfectamente seca; permiten vestirse inmediatamente y dejan un tacto satinado. En la cara. Bastan unas gotas para beneficiarse de todas sus virtudes, directamente en la frente, las mejillas, la barbilla y el cuello. Extiende con las yemas de los dedos desde el interior hacia el exterior del rostro. Gracias a su textura sedosa, los aceites son absorbidos rápidamente por nuestra dermis.
En el pelo. Pon unas gotas en la palma de la mano y desliza de medios a puntas sobre el cabello húmedo o seco, antes de peinarlo como de costumbre. Reparan la cutícula, hidratándola, y dan mucho brillo.
ASÍ FUNCIONAN
Los aceites esenciales penetran rápidamente por vía cutánea y casi sin darnos cuenta entran por nuestra nariz al tiempo que respiramos; después, pasan a la sangre y las esencias se depositan allí donde son necesarias, restableciendo nuestra armonía. Tienen una correspondencia directa con la fitoterapia y las propiedades de las plantas medicinales. Además de hidratar y nutrir en superficie, quizá lo más importante de estas esencias vivas son sus virtudes drenantes, relajantes, tonificantes y descongestivas, captadas al instante por el olfato y que constituyen toda una ciencia curativa: la aromaterapia, con efectos sobre el cuerpo y la mente. Se trata de una terapia suave, apta para todos los públicos, que no tiene riesgos ni contraindicaciones. Las moléculas olfativas obran sus virtudes de una manera tan rápida como eficaz, por simple contacto con nuestra pituitaria.
Los aceites esenciales penetran rápidamente por vía cutánea y casi sin darnos cuenta entran por nuestra nariz al tiempo que respiramos; después, pasan a la sangre y las esencias se depositan allí donde son necesarias, restableciendo nuestra armonía. Tienen una correspondencia directa con la fitoterapia y las propiedades de las plantas medicinales. Además de hidratar y nutrir en superficie, quizá lo más importante de estas esencias vivas son sus virtudes drenantes, relajantes, tonificantes y descongestivas, captadas al instante por el olfato y que constituyen toda una ciencia curativa: la aromaterapia, con efectos sobre el cuerpo y la mente. Se trata de una terapia suave, apta para todos los públicos, que no tiene riesgos ni contraindicaciones. Las moléculas olfativas obran sus virtudes de una manera tan rápida como eficaz, por simple contacto con nuestra pituitaria.
Al ser aplicados sobre la piel pueden tener una variedad de efectos. Algunos son calmantes, otros estimulantes. Otros son empleados para aliviar dolores y malestares musculares. Tienen propiedades dermatológicas, son altamente hidratantes y penetran muy bien en nuestra piel, dándole suavidad y elasticidad y nutriéndola. Realmente, el uso de aceites vegetales es una excelente alternativa a las grasas derivadas del petróleo y a las grasas animales, y nuestra piel agradecerá que recurramos a ellos. Algunos de los ácidos que componen los aceites naturales son muy necesarios para el equilibrio de la piel.
ESPECÍFICO PARA CABELLO
Su uso se remonta a la antigüedad. Ya nuestros antepasados se dejaron seducir por las propiedades aromáticas y medicinales que contenían los aceites vegetales hallados en la naturaleza. El rito de belleza usado por las mujeres orientales era la mezcla de aceites preciosos, para conseguir un cabello sublime. Hoy puedes pedir en tu salón de peluquería Mythic Oil, de L’Oréal Professionnel, un ritual que te trasladará al Lejano Oriente y dejará tu pelo sedoso y con un brillo natural.
Su uso se remonta a la antigüedad. Ya nuestros antepasados se dejaron seducir por las propiedades aromáticas y medicinales que contenían los aceites vegetales hallados en la naturaleza. El rito de belleza usado por las mujeres orientales era la mezcla de aceites preciosos, para conseguir un cabello sublime. Hoy puedes pedir en tu salón de peluquería Mythic Oil, de L’Oréal Professionnel, un ritual que te trasladará al Lejano Oriente y dejará tu pelo sedoso y con un brillo natural.
PROPIEDAD NATURAL
Se obtienen de frutos o semillas de plantas oleaginosas. Son la base empleada en la preparación de muchos cosméticos y también de aceites para masajes, ducha o baño y de tratamientos faciales o corporales.
-Argán. Regenerante. El árbol de argán crece sólo a lo largo de la costa marroquí, al sur de Essaouira. Muy resistente a los climas más áridos, sus almendras contienen un tesoro: el aceite de argán, rico en vitamina E.
-Nuez de Brasil. Muy versátil. Es capaz de reponer los aceites naturales del cuerpo, por lo que es un buen hidratante.
-Cártamo. Rejuvenecedor. Su aceite contiene un 70% de linoleico, un 20% de oleico y un 5% de palmítico. Tiene propiedades hidratantes, reafirmantes y antiedad.
-Sésamo. Piel de seda. Proporciona una hidratación muy suave.
-Semilla de uva. Antioxidante. Alta concentración en ácidos grasos y ácido linoleico.
-Soja. Cuestión de base. Es muy conocido en el sector cosmético por sus propiedades hidratantes y es una base perfecta para cualquier producto corporal o capilar.
-Aguacate. Nutrición intensa. Con vitaminas A, B1, B2 y D y ácidos grasos esenciales omega 3, 6 y 9.
-Oliva. Antirradicales. Está demostrado por estudios clínicos que tiene propiedades para retardar el envejecimiento, antirradicales libres, antiinflamatorias e hidratantes.
-Girasol. Aliado de la piel. Tiene una riqueza del 90% en ácido oleico, por lo que es un excelente nutriente.
Se obtienen de frutos o semillas de plantas oleaginosas. Son la base empleada en la preparación de muchos cosméticos y también de aceites para masajes, ducha o baño y de tratamientos faciales o corporales.
-Argán. Regenerante. El árbol de argán crece sólo a lo largo de la costa marroquí, al sur de Essaouira. Muy resistente a los climas más áridos, sus almendras contienen un tesoro: el aceite de argán, rico en vitamina E.
-Nuez de Brasil. Muy versátil. Es capaz de reponer los aceites naturales del cuerpo, por lo que es un buen hidratante.
-Cártamo. Rejuvenecedor. Su aceite contiene un 70% de linoleico, un 20% de oleico y un 5% de palmítico. Tiene propiedades hidratantes, reafirmantes y antiedad.
-Sésamo. Piel de seda. Proporciona una hidratación muy suave.
-Semilla de uva. Antioxidante. Alta concentración en ácidos grasos y ácido linoleico.
-Soja. Cuestión de base. Es muy conocido en el sector cosmético por sus propiedades hidratantes y es una base perfecta para cualquier producto corporal o capilar.
-Aguacate. Nutrición intensa. Con vitaminas A, B1, B2 y D y ácidos grasos esenciales omega 3, 6 y 9.
-Oliva. Antirradicales. Está demostrado por estudios clínicos que tiene propiedades para retardar el envejecimiento, antirradicales libres, antiinflamatorias e hidratantes.
-Girasol. Aliado de la piel. Tiene una riqueza del 90% en ácido oleico, por lo que es un excelente nutriente.
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