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sábado, 7 de diciembre de 2013

LAS DIETAS ENEMIGAS

Te las recomienda una amiga o las encuentras en internet. Sin supervisión médica ni evidencias científicas de su eficacia, son todo un riesgo para quien las hace. Hablamos de las menos recomendables.

dietas milagro

'A mi amiga le funcionó', 'viene en una web que encontré por ahi' o 'es rapidísima'. Si éstas son tus máximas a la hora de bajar de peso, tienes que replantearte todas tus ideas para hacer dieta. Por muchos titulares que leas o mucho que te la recomienden, las dietas milagro NO EXISTEN.

La única forma saludable, efectiva y duradera de perder peso es paulatina, con control de un médico o un nutricionista y combinando con ejercicio. Un régimen que promete perder más dos kilos a la semana es ya una locura en sí mismo. No solo producen un efecto rebote muy agresivo que te puede hacer recuperar más peso del que has perdido, sino que tienen grandes desequilibrios nutricionales.

La mayor parte de estas dietas milagros implican sacrificios como eliminar radicalmente todos los carbohidratos o, en el peor de los casos, el de las monomeals, cualquier alimento que no sea el único ingrediente en que se basa. Adiós a los hidratos de carbono, buenos y malos, proteínas, ácidos grasos esenciales, fibra, muchas vitaminas, los minerales... Una forma de comer que impida llevar una alimentación saludable con todos los nutrientes que necesitamos hay que descartarla de inmediato.

Un médico o un nutricionista es quien mejor te puede aconsejar sobre el tipo de dieta que debes hacer para bajar de peso. Una analítica completa para saber cómo estás antes de comenzar puede ser de gran ayuda para hacer más efectivo y saludable el régimen. En general, no es recomendable hacer dieta sin el apoyo y la prescipción de un profesional, pero menos aún las que impliquen carencias nutricionales severas.

Descarta cualquier régimen que lleve la palabra 'milagro' asociada a su nombre. Las palabras 'rápido', 'disociado' o 'con nuestro preparado estrella' también te deberían alejar de ellas. Cualquier método que te impida comer de manera equilibrada no solo no es efectivo a largo plazo sino que puede ser muy peligroso para tu salud.

Repasamos las dietas que más han circulado por la red y que ningún doctor recomendaría. ¡Y yp menos! Solo te prevenimos contra ellas.

La dieta 'Monocomida'

Del inglés Monodiet Meal, esta dieta imposible implicaría comer la misma comida cada día durante semanas para bajar de peso. Y no cualquier cosa sino únicamente frutas y verduras crudas. En Instagram se ha hecho relativamente popular y a sus escasos seguidores les encanta subir fotos de sus monótonos platos. Esta dieta no es nada recomendable porque es todo carencias para el organismo: no proporcionaría apenas proteínas ni minerales, ni muchas vitaminas. A cambio, y según el alimento, aporta exceso de otras: de fibra, de azúcar... Por muy sencilla que te parezca ni se te ocurra probarla. 

La dieta de la sopa quemagrasa

Toda una trampa para perder peso de manera rápida que tiene consecuencias como un fuerte efecto rebote (se recupera más de lo que se ha perdido), es muy desequilibrada nutricionalmente hablando y deja al cuerpo exausto y sin energía. Permite bajar unos 3-4 kilos en poco tiempo pero que son líquidos en su mayoría y no grasa, por eso la recuperación es tan rápida. No es viable a largo plazo porque las carencias nutricionales son múltiples (y aporta tipo 400 calorías al día).

La dieta de la tenia

O de la solitaria. O como prefieras llamar a este parásito que se ingiere de forma accidental en forma de huevos presentes en la carne o verduras poco cocinada. Se alojan en el intestino y van absorbiendo los nutrientes de todo lo que ingerimos, provocando la pérdida de peso paulatina. No conocemos ningún lugar donde la administren (por suerte) pero se dice que Maria Callas consumía huevas de esta lombriz para perder los kilos de más, y que luego tomaba una pastilla antiparasitaria para eliminarla. Desde luego que nadie duda de la efectividad adelgazante de ese gusano pero sus efectos secundarios son tan peligrosos como para no barajarlo como dieta: desnutrición y, en el peor de los casos, incluso la muerte. La gastroenteritis también adelgaza, ¿te contagiarías adrede para padecerla? No, ¿verdad? Pues lo mismo con la tenia.

La dieta de comida de bebé

Se rumoreó, sin ninguna confirmación de su veracidad, que Jennifer Aniston y Lady Gaga seguían esta dieta. Consiste en comer muchas veces al día (unas 14, recomiendan) pequeñas cantidades de comida en forma de puré o crema de verdura. Vamos, las papillas que comen los bebés. Para empezar, una dieta que impide masticar y que te obliga a pasar todo el día comiendo no es viable para un adulto en un mundo real. Es una manera de comer aburrida y monótona, con poco sabor, por no hablar de las carencias en vitaminas y minerales al estar los ingredientes cocidos. Una vez superada la edad de comer potitos NO es necesario volver a ellos. 

La dieta paleolítica

Es, en resumidas cuentas, comer como en el paleolítico con alimentos que se consumían en aquella época: carne, pescado, verduras, frutas, frutos secos y raíces. Y ya. Adiós a los lácteos, el aceite, las legumbres o el aceite que el hombre paleolítico no tenía en su dieta. Tiene una única parte positiva y es que se evitan los alimentos procesados; pero tiene muchas negativas como que impide la ingesta de calcio, fibra, muchas vitaminas, algunos minerales y puede favorecer el aumento del colesterol. La dieta del ser humano ha evolucionado con los años, ¿es necesario volver a la de hace miles de años, con todas las carencias que implica? Los médicos y nutricionistas no la recomiendan.

La dieta Atkins

Érase una vez un chico americano obeso mórbido que empezó a alimentarse de 2 sándwiches de la cadena Subway al día y perdió alrededor de 120 kilos en un año y no volvió a engordar porque siguió comiendo estos bocadillos. Es una historia real que, sin embargo, no quiere decir que lo que venden en este establecimiento de comida rápida tenga nada de dietético. Además, a saber de qué se alimentaba este chico que superó con creces los 200 kilos antes de perder peso comiendo en Subway. A pesar de lo cómodo que puede resultar comer 2 sándwiches (siempre del mismo tipo, eso sí) de este restaurante, que aportan unas 1.200 calorías y nos permitirían guardarnos algunas para desayunar o merendar, las carencias nutricionales serían múltiples por la monotonía de alimentos: hierro, vitaminas, calcio y hasta proteínas. Nuestro metabolismo se haría más lento y nuestra vida social se limitaría a esta cadena estadounidense. No es viable. 

La dieta del pomelo

Incluida dentro de las 'Monocomidas', esta dieta relámpago es desequilibrada y peligrosa desde su concepción. Consiste en comer únicamente pomelo durante 7 para bajar de peso en muy poco tiempo, una fruta muy diurética y con poco azúcar. Para empezar, son todo carencias: excepto las vitaminas y los pocos azúcares que contenga, careceremos de todo lo demás: minerales, proteínas, fibra, aminoácidos, ácidos grasos esenciales... Como no aporta proteínas puede reducir la masa muscular y provocar flacidez en la piel. Además, al ser una fruta tan ácida, puede provocar incluso úlceras en el estómago y el esófago en los casos más graves. Por supuesto, tiene un efecto rebote gravísimo. ¡Ni lo intentes!.

La dieta del Master Cleanser

O la dieta del sirpoe de arce, una de las preferidas por las celebrities para 'depurar' su organismo durante un máximo de 10 días pero que NO se puede hacer durante un largo período de tiempo. Es una forma de ayuno en la cual lo único que se consume es una mezcla de agua, sirope de arce, limón y pimienta que impide básicamente que caigamos desmayadas al no tomar nada más. Esta dieta carece totalemente de fibra, la mayor parte de vitaminas, minerales y proteínas. No solo produce falta de energía casi desde el primer momento sino que puede llegar a provocar  caries (por culpa del sirope), dolores de cabeza, de estómago, dificultad para dormir y, por supuesto, efecto rebote. Es tan desequilibrada nutricionalmente que pocos médicos la recomendarían.

La dieta Dukan

Pasado el furor inicial de esta dieta -que incluso generó fans fervientes que se hacían llamar dukanianos- por fin se ha empezado a hablar de su falta de evidencias científicas y de sus peligros reales. Basada en el consumo de proteínas y en la reducción drástica de carbohidratos de ningún tipo, ni siquiera arroz integral o patatas, seguirla puede provocar problemas en el funcionamiento del hígado y del riñón. Por supuesto también tiene efecto rebote una vez que se abandona y, dado que es disociativa, no es apta para todo el mundo por lo que es imprescindible el seguimiento de un médico  para hacerla. Y claro, ningún profesional recomendaría una manera de comer que implica alimentos de la propia marca Dukan. Por suerte, ya está bien pasada de moda. 

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