Tamaño de ración 80 g, 25 kcal.
Beneficios
Desde arándanos hasta fresas, frambuesas, zarzamoras y moras, estas frutas pequenas ocupan los primeros lugares en cualquier lista de alimentos ricos en antioxidantes. En el interior de cada baya jugosa hay compuestos vegetales benéficos, como quercetina, kaempferol y antocianinas (que dan a las bayas sus colores rojo y azul brillantes). Actúan como antioxidantes que reducen la oxidación de LBD y reducen la inflamación. Las bayas contienen ácido salicílico, la misma sustancia antiinflamatoria presente en la aspirina. Las bayas congeladas hacen posible disfrutar una especie diferente cada día, sin importar la estación.
- Tenga bayas congeladas y añádalas a cereal y ensaladas de fruta.
- Prepare licuados más saludables con bayas congeladas, leche descremada y sustituto de azúcar (si es necesario).
- Añadas bayas a ensaladas verdes o prepare una ensalada de bayas y aderécela con vinagreta de limón.
- Disfrute un postre sofisticado: cubra frambuesas con 25 g de chocolate escuro derretido.
- Añada bayas a todo el pan que hornee.
Los arándanos saben bien en panes preparados; las frambuesas añaden un sabor único a los pastelillos. Póngale bayas a mezclas para hot cakes, waffles y panecillos. Asegúrese de compensar la humedad que sueltan al reducir un poco los otros líquidos.
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