La obesidad puede ser un factor que incremente el riesgo de que una mujer
embarazada tenga un hijo con autismo, informa un estudio dfifundido el lunes en
la publicación digital Pediatrics.
El documento figura entre los primeros que vinculan ambos
aspectos y aunque no está comprobado que la obesidad cause autismo, los autores
afirman que los resultados suscitan preocupaciones de salud pública debido al
alto número de mujeres subidas de peso en Estados Unidos.
Las mujeres embarazadas obesas tienen 67% más posibilidades que
las de peso normal en tener niños autistas, según señala el estudio. Las
embarazadas con exceso de peso también afrontan el doble de riesgo de tener
hijos con otros retrasos en el desarrollo.
El estudio se realizó entre unos 1.000 niños de California,
cuyas edades estaban entre dos y cinco años. Casi 700 menores tenían autismo u
otros retrasos de desarrollo, y 315 no tenían esos problemas.
En promedio, las mujeres tienen una entre 88 posibilidades de
tener un hijo con autismo. El estudio sugiere, por sus resultados, que la
obesidad durante el embarazo aumenta ese riesgo, a una entre 53 posibilidades,
señalaron los autores.
Debido a que están obesas más de un tercio de las mujeres en
Estados Unidos en edad de tener hijos, los resultados del estudio son
potencialmente preocupantes y suponen un incentivo para que las mismas mantengan
un peso normal, dijo la investigadora Paula Krakowiak, coautora del documento e
investigadora de la Universidad de California, en Davis.
Diversos estudios previos han vinculado la obesidad durante el
embarazo con mortinatos, nacimientos prematuros y algunos defectos de
nacimiento.
El doctor Daniel Coury, jefe de pediatría de desarrollo y
conducta en el Hospital Infantil Nacional en Columbus, Ohio, dijo que los
resultados del estudio "causan bastante preocupación".
Coury destacó que las tasas de autismo en Etados Unidos se han
elevado a la par de las tasas de obesidad y señaló que las investigaciones
sugieren que tal vez exista más que una coincidencia.
Es necesario profundizar las investigaciones para confirmar
los resultados. Pero, si la obesidad de las madres está en verdad relacionada
con el autismo, sería sólo uno de los muchos factores que contribuyen al
problema, señaló Coury, quien no participó en el estudio.
La genética es el aspecto al que se ha relacionado con el
autismo, y los científicos examinan si las enfermedades de las madres y el uso
de ciertos medicamentos durante el embarazo podrían también ser un factor.
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