Cabecear cuando uno conduce el automóvil no es el único riesgo
cuando uno se desvela. Existe una creciente evidencia de que la gente que por lo
general duerme muy poco y a la hora indebida sufre consecuencias duraderas que
una siesta no puede curar: Un creciente riesgo de diabetes, males cardíacos y
otros problemas de salud.
"Tenemos una conspiración social para quedarnos sin dormir",
comentó Russell Sanna de la división de medicina del sueño, de la Escuela de
Medicina de Harvard, quien asistió a una conferencia de TEDMED la semana pasada
donde los científicos calificaron la pérdida del sueño como uno de los
principales retos del cuidado de la salud.
¿Qué tan perjudicial es? Tengamos en cuenta el papel que el
dormir pueda tener en la epidemia de diabetes del país.
Los estudios han demostrado que las personas que duermen menos
de cinco horas cada noche tiene un creciente riesgo de desarrollar diabetes del
Tipo 2, el tipo que suele afectar más tarde en la vida.
La rotación de turnos de trabajo, tres o más turnos de noche al
mes intercalados con el día o al anochecer, provoca riesgos también, dice un
reporte reciente preparado por investigadores que analizaron años de historiales
médicos del amplio Estudio de Salud de Enfermería.
La dieta y la actividad física son factores importantes en la
diabetes de Tipo 2. Con toda certeza es muy difícil elegir entre una manzana y
una dona cuando uno está cansado, especialmente a las 3 de la mañana cuando tu
reloj biológico sabe que deberías estar durmiendo.
Sin embargo un estudio publicado la semana pasada demuestra que
el sueño desempeña una función más compleja que esa. Al reducirse el dormir y
perturbar el ritmo biológico normal, el organismo sufre cambios físicos de
manera que puede sentar el escenario para la diabetes, reporta el
neurocientífico Orfeu Buxton, del Hospital Brigham y de Mujeres, de Boston.
El equipo de Buxton cuenta con 21 voluntarios saludables que
pasaron casi seis semanas viviendo en un laboratorio donde su dieta, actividad
física, sueño e incluso la luz estaba estrictamente controlada.
Los voluntarios comenzaron descansando bien. Pero durante tres
de esas semanas, sólo se les permitió dormir unas cinco horas y media de cada 24
horas, variando las horas del día o la noche, imitando una mala rotación de
turnos o un vuelo prolongado de cambio de hora. Eso perturbó el ritmo de su
cuerpo conocido como el "ritmo circadiano", un reloj biológico maestro que
regula patrones tales como el momento en que uno tiene sueño y cómo la
temperatura del cuerpo sube y baja.
Lo que sucedió fue sorprendente: el nivel de azúcar de la
sangre aumentó después de las comidas, algunas veces a niveles prediabéticos,
debido a que el páncreas dejó de segregar suficiente insulina, informó Buxton en
la revista Science Translational Medicine.
Al mismo tiempo, el ritmo metabólico de los voluntarios se
redujo en un 8%. Los investigadores los sometieron a dieta a fin de que no
ganaran peso, pero Buxton dijo que típicamente un descenso metabólico de ese
tipo puede significar ganar de 4,54 kilogramos (10 libras) a 5,44 kilogramos (12
libras) durante un año.
Los resultados tienen sentido, señaló el doctor Michael
Thorpy, director del centro del sueño del Centro Médico Montefiore de Nueva York
y catedrático de neurología en la Escuela de Medicina Albert Einstein.
"Si vamos a pasar un tercio de nuestra día durmiendo, tiene
que haber una buena razón para ello", comentó Thorpy, quien señala que la
diabetes no es el único mal que debe preocuparnos.
Se calcula que más de 70 millones de estadounidenses padecen
de problemas crónicos para dormir, desde insomnio hasta apnea del sueño. La
falta de sueño ha sido relacionada a la presión alta, males cardíacos, obesidad,
depresión, falta de memoria y un débil sistema inmunológico. Aún existe otra
preocupación: la Organización Mundial de la Salud ha clasificado el turno
laboral de medianoche como un probable carcinógeno, porque demasiada luz de
noche puede trabar una hormona que participa tanto en el sueño como en la
supresión de células de tumores.
¿No es que la gente se acostumbra al turno de noche si se
quedan en éste suficiente tiempo? Buxton dice que probablemente la rotación de
turnos es lo más preocupante. En su estudio, los organismos de los voluntarios
volvieron a la normalidad después de nueve noches de dormir lo suficiente a la
hora debida. Nadie sabe por cuánto tiempo necesitan presentarse la falta de
sueño y la alteración del reloj biológico para que puedan causar daño
permanente.
Thorpy, de Montefiore, dijo que los noctámbulos naturales
parecen adaptarse mejor a los turnos nocturnos, pero esas personas nunca se
adaptan perfectamente si regresan a horarios diurnos en sus días de
descanso.
Asimismo, 30% de las personas que trabajan en la noche de
manera regular tienen problemas para dormir en sus descansos o sufren
particularmente de fatiga, señaló el experto, quien dijo que esta situación
tiene el nombre de "desorden por los turnos de trabajo".
Recomendaciones:
— El organismo Institutos Nacionales de Salud afirma que los
adultos necesitan dormir entre siete y nueve horas diarias para tener una buena
salud.
— Si trabaja en la noche, vaya directo a la cama cuando
regrese a casa, recomienda Buxton. Evite demasiada luz en el camino. Thorpy
asegura que la utilización de gafas amarillas o naranja durante la conducción
puede bloquear la "luz azul" de onda corta que estimula a las personas a
mantenerse despiertas.
— Permita que la luz natural le mantenga a tiempo su reloj
biológico para el sueño, se recomienda en el portal de Harvard sobre cultura
para dormir. La luz matutina del Sol es crucial para la mayoría de las personas.
Para las personas que trabajan por la noche, un aumento en la luz brillante al
atardecer antes del anochecer les modificará el reloj interno, explicó
Buxton.
— Para cualquiera, una recámara debe tener color oscuro, sin
ruido y estar fresca para que invite al sueño. Evite la cafeína, el alcohol y
situaciones de tensión emocional cerca de la hora de dormir. No encienda
aparatos electrónicos. Es muy útil acostarse y levantarse a la misma hora todos
los días.
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En internet:
Harvard sleep education (Cultura para dormir de Harvard):
http://understandingsleep.org
NIH Guide to Healthy Sleep (Guía NIH para Dormir Saludable):
http://www.nhlbi.nih.gov/health/public/sleep/healthy_sleep.htm
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