“La felicidad es el mejor
lifting
para el rostro”, cantaba la canadiense
Joni Mitchell,
rubricando una afirmación tan manida como cierta. Y aunque el estado de ánimo
tiene una relación directamente proporcional con el
proceso de
envejecimiento –los procesos emocionales negativos generan hormonas
responsables de acelerar este proceso natural–, existe una interpretación más
práctica de la realidad, afirmada sin piedad por
Coco Chanel:
"Una mujer tiene la edad que se merece", decía. Al margen de las leyes naturales
(que tienen mucho que decir al respecto) existe un reducto orquestado únicamente
por
nuestra voluntad. Ésa que nos hace elegir el corte de pelo, la manicura o el bronceado
capaces de hacernos
aparentar unos cuantos años
menos.
“Los tonos más favorecedores para paliar los signos de la
edad son los neutros, tales como los
nude, algunos rosas, la clásica
manicura francesa… Y también los grises como
Particulier o
Vertigo de Chanel. Cualquier tono más llamativo provoca que las manos
centren más la atención y, por tanto, se noten más los signos de la edad.
Precisamente por eso nunca recomendaríamos colores como el burdeos oscuro, el
rojo sangre o los tonos flúor aunque, si la persona no tiene tendencia a la
hiperpigmentación, también puede resultar muy rejuvenecedor un rojo como
Lotus Rouge de Chanel o
The Thrill of Brazil de O.P.I”, nos cuenta
Teresa de Miguel, fundadora de MyLittleMomó,
cuando le preguntamos por la manicura
antiaging definitiva.
Manicuras, cremas aplicadas en
frío, brushings llevados a cabo con cepilllos planos, cortes
de pelos energizantes (esos que según el gurú Fréderic Fekkai
son los que dejan ver las orejas y la parte inferior de la mandíbula),
colores de pelo comedidos, bronceados en
cabina que te pueden hacer aparentar hasta cuatro kilos menos,
texturas de maquillaje que no delatan las arrugas, colores
de eyeliner y máscara de pestañas que
no endurecen las facciones… Secretos de belleza exprés postulados por expertos
para rejuvenecer nuestro look sin pasar por cabina (o
quirófano).
Un esmalte de
uñas antiaging. Las manos son, con
diferencia, una de las partes más traicioneras de nuestra anatomía cuando
hablamos de edad. Por eso, al margen de los tratamientos que deben aplicarse con
devoción extrema, existe un gesto rápido para rejuvenecerlas a golpe de nail
lacquer: olvidarse de las tendencias que nos incitan a lucir tonos ácidos
y blue y reinventar la manicura francesa. ¿Cómo? Tal y como nos cuenta,
Juliana Pereira, mitad creadora de Mi Calle de Nueva York, “con un tono más pink y no tan beige”, que añade sin
dudar la lista de sus tonos favoritos (sutiles, naturales y muy nude)
para unas manos envejecidas: Good Morning Hope o Allure de
Essie (este último tono fue el usado por Kate Middleton el día de su boda);
Nude de Dolce & Gabbana, White Satin de Chanel,
Naked de Tom Ford y Corso de la ecológica Kure.
Un paddle brush, por
favor. Estamos más que acostumbradas a tirar de cepillo redondo para
peinar una melena de longitud media. Sin embargo, el gesto que este tipo de
herramientas dan a tu pelo también puede crear una imagen mucho más seria de lo
deseada. “Para alisar el cabello me gusta mucho más el paddle brush. Da
un aspecto mucho más natural y desenfadado”, nos cuenta María
Baras, directora de Cheska, ensalzando los cepillos grandes y
planos como la mejor herramienta de styling antiaging. Por su parte,
los expertos de GHD describen así el modo de uso de este
item: “Cepillar el pelo desde la raíz hasta la punta con trazos rápidos
mientras se sigue la dirección del cepillo con el secador de pelo. Es importante
asegurarse de que la boquilla del secador esté puesta para concentrar el flujo
de aire”.
Justo y necesario. Intentar
camuflar ojeras o líneas de expresión vía make up tiene un peligro
evidente: excederse con la cantidad de producto a usar. Un error común que, sin
embargo, tiene el efecto contrario: marca aún más arruguitas y pliegues de la
piel y, por tanto, deja en evidencia el paso del tiempo contra el que quieres
luchar. Maite Tuset, Senior Artist de M.A.C, afirma: “Es importante
hidratar la zona en profundidad y no excederse con la cantidad de corrector que
uses. Corrige únicamente las zonas que sean necesarias y difumina el producto”.
Respecto a las texturas de bases de maquillaje, Jemma Kidd
propone fondos ligeros como cremas hidratantes con color o bases
confortables. “Las bases espesas se concentran en las arrugas y desvían la
atención hacia ellas”.
Enfríar antes de usar. Hace
poco Garance Doré, compartía en su perfil oficial de
Twitter el régimen de belleza de Donatella Versace.
“¡Dormir en el frigorífico!”. Salvando las distancias con esta afirmación,
confirmamos que recurrir al efecto frío puede ser una buena opción para
estimular la circulación sanguínea, proporcionar a la piel ese efecto sonrojado
tan naïf que los años nos hacen olvidar e, incluso, simular un
ligerísimo efecto lifting. Lavarse el rostro con agua fría debe ser una
de tus máximas, junto con el uso de una crema hidratante enfriada previamente en
la nevera. Puede ser la tuya conservada y aplicada en frío o decantarte por una
versión mítica como la crema helada regenerante flor de jenjibre de
Kenzoki (ahora también en versión contorno de ojos). Y si usas
una máscarilla hidratante, fundamental también poner en práctica aquello de
enfríar antes de usar. Es uno de los trucos de Kate Bosworth, que contó a la edición australiana de Vogue que
siempre tenía su preferida (Facial Treatment Essence Mask de SK-II) en
la nevera. Y si viajaba, en el mini bar de la habitación de su hotel.
Corta por lo sano. La
conveniencia de una melena larga que sobrepase la altura del pecho ha quedado en
evidencia. Por una cuestión de tendencia –Beatriz Mora,
de Art Lab, afirma que llegadas a ese punto no se
llevan–, y de edad. Porque llega un momento en el que el largo de tu melena debe
ser inversamente proporcional a la edad. “Si siempre se ha llevado el pelo largo
para mantener ese estilo se pueden optar por melenas que lleguen a la altura de
la clavícula”, nos cuenta María Baras, rubricando las palabras
de un gurú internacional, Fréderic Fekkai. “Los cabellos cortos
son más energizantes. Y también más sexies porque permiten ver las
orejas y la parte inferior de la mandíbula”. ¿Una alternativa infalible? Un bob.
“Siempre es elegante. La clave está en adaptar su largo en función de la forma
de tu rostro”, añade el experto.
Pon un tan man en tu
vida. Expertos como Jimmy Coco y James
Read, creadores de los envidiables bronceados que lucen Heidi
Klum (el primero) y Lara Stone y Rosie Huntington (el
segundo) han puesto de moda la figura de un tanning expert o, lo que es
lo mismo, un experto en bronceado capaz de adoptar posturas casi acrobáticas
para que el resultado de un fake bake sea tremendamente natural y tenga
bondades antiaging. Porque, tal y como dice Jimmy Coco, un buen
bronceado (ligero, sutil y sin que tienda a matices anaranjados), puede hacerte
aparentar hasta cuatro kilos menos. ¿Nuestra propuesta? O bien una crema
hidratante para un bronceado gradual –James Read recomienda aplicarla dos veces
por semana– o un tratamiento en cabina como el icónico St. Tropez de The Lab Room.
Agua fría, por favor. Uno de los signos evidentes que
delatan el paso del tiempo en tu cabello –amén de su caída inesperada y
delatora, otro de los referentes más claros (y crueles) del proceso de
envejecimiento– es la pérdida de brillo, sobre todo por la opacidad que empieza
a evidenciar que la cutícula también sufre. Para combatirlo, aunque existe una
extensa batería de productos y rituales que prometen excelentes resultados, hay
un gesto tan básico como eficaz cuya conveniencia recomiendan expertos como
María Baras: hacer el último aclarado del cabello con agua
fría. “Cierra la cutícula y hace que el cabello brille más”, nos cuenta la
estilista.
¿Negro? No, mejor marrón. Puede que hayas sentido devoción
extrema por las pestañas negras y los trazos rotundos de eyeliner
black, pero la ex modelo y maquilladora Jemma Kidd tiene
una máxima infalible al respecto. “Optar mejor por eyeliners y máscaras
en suaves tonos marrones o grises. El negro puede resultar duro”, cuenta en su
biblia de maquillaje Jemma Kidd: make-up Masterclass. Y añade: “Aplica
máscara sólo en las pestañas superiores sin sobrecargarlas”.
Si lo dice Sam... Nos referimos a Sam McKnight, el estilista de
Kate Moss y Cate Blanchett, entre otras. “Un
recogido puede hacerte aparentar diez años más”, afirma tajante cuando se le
pregunta por él. Por eso la clave está en pasarse a una declinación
messy y desenfadada (como la que luce Laura Bailey en la imagen) o por la siempre infalible coleta
sixties.
Palabra de Inès de la Fressange. Es el perfecto ejemplo de cómo
envejecer sin excesos y respetando las leyes naturales. No hace dieta, le
encanta el chocolate y las arrugas. “Cuando un hombre te dice que estás bien, no
es porque no tengas arrugas”, ha afirmado al respecto. Una de las máximas de
belleza que comparte en su libro La Parisienne es tan evidente como
rotunda. “Lleva maquillaje todos los días, incluso los fines de semana. Tu
familia quiere ver lo mejor de ti”.
Ni rubia, ni morena. Hay dos máximas de belleza infalibles
que, a determinada edad, se vuelven imprescindibles: saber que la virtud está en
el punto medio y menos siempre es más. Por eso, y aunque cuando eres joven
puedes permitirte los tonos más extremos de coloración capilar, llega un punto
en el que es mejor optar por la contención. Porque los tonos demasiado oscuros
endurecen y los rubios extremos no resultan favorecedores. ¿La solución?
“Suavizar los tonos muy oscuros con reflejos en medios y puntas en tonos
avellana o chocolate y, si prefieres un color claro, decantarse por rubios
cenizas o dorados. Sientan mucho mejor”, nos cuenta María
Baras.
¿Gloss? No
gracias. Esta temporada el brillo de labios ha sido elevado a la
categoría de producto estrella, utilizado incluso en los párpados para alcanzar
un efecto wet. Sin embargo, no es la textura más adecuada cuando lo
que quieres es restar años a tu DNI. “Evita los gloss porque pueden irritar los
labios y resecarlos”, cuenta Jemma Kidd. La alternativa pasa
por, o bien mezclar tu barra de labios favorita con bálsamo labial, o crear una
primera capa de color con lipstick y terminar con un toque de
gloss sobre ella.
Ni rastro de manchas. Es uno de los problemas dermatológicos
que trae de cabeza a un mayor número de mujeres. Porque su tratamiento requiere
mucha constancia y porque los expertos confirman que pueden hacernos aparentar
bastantes años de más: hasta 20, según Adam Geyer, especialista de la firma
norteamericana Kiehl´s, y 12, según los expertos de Dermalogica. Por eso es
fundamental extremar los cuidados que aseguran su prevención. Entre ellos se
encuentra la aplicación de un protector solar a diario con un SPF 50. Este
producto es elevado a la categoría de cosmético número 1 por los dermatólogos
porque utilizándolo a diario se puede prevenir el envejecimiento de forma
rotunda. "Si utilizamos protector solar contra el envejecimiento ya tenemos
hecho el 60 % de lo que se debe hacer”, afirma el doctor
Conejo-Mir-.