A diferencia de la artritis, que causa dolor intermitente, la bursitis suele producir un dolor intenso (por lo general en hombros, codos, caderas o rodillas) que no cede ni con reposo ni con movimiento. La bursitis, que puede deberse a una lesión o a una enfermedad o infección articular, es la inflamación de una bolsa sinovial (en la que está contenida la sinovia o líquido lubricante de la articulación). Según un estudio, cuanto antes se trata, menos riesgo hay que se vuelva crónica.
"Si la bursitis se detecta a tiempo, un tratamiento con antibióticos, antiinflamatorios, reposo o compresas heladas suelen bastar para curarlas", dice el doctor Wade Lillegard, especialista en medicina del deporte, de Minnesota, quien recomienda consultar al médico a más tardar en dos semanas ante cualquier dolor articular constante que no se haya curado con antiinflamatorios ordinarios.
sábado, 10 de abril de 2010
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