CONSECUENCIAS. El insomnio puede provocar déficit de atención, dolor de cabeza, cansancio físico y psíquico, irritabilidad e hipertensión arterial. Ello es debido a que persiste un desequilibrio entre varios centros nerviosos, ya que, al estar despierto, unos funcionan más que otros, mientras que, al dormir, se restablece su equilibrio, como si el "cuentakilómetros" de la actividad cerebral volviera a ponerse cero.
CAUSAS. Hay muchas, por lo que citaremos las más corrientes:
- Preocupaciones, miedo, angustia, depresión, estrés...
- Personalidad incapaz de expresar emociones, por lo que , al acostarse, no se olvidan.
- Dolor, tos, dificultad para resprar, ardor de estómago, necesidad de orinar, picor...
- Haber tomado estimulantes: café, té, ciertos medicamentos...
- Ambiente inadecuado por ruidos, luz, temperatura, cama incómoda...
- Hacer una siesta de mas de 10 minutos.
- Cambios de horario a la hora de irse a dormir.
QUE HACER. Lo primero es observar si hay una causa para eliminarla, si es posible. si no es así, se aconsejan las siguientes medidas, que puedan llegar a ser eficaces como las pastillas:
- Acostarse únicamente cuando se tiene sueño.
- Si se premanece sin dormir durante 20 minutos, levantarse, ir a otra habitación tranquila y confortable, sentarse y leer algo no excitante o escuchar música suave y no volver a la cama hasta sentir sueño.
- Levantarse cada mañana a la misma hora, aunque se haya dormido menos.
- Evitar las cenas copiosas.
- Desde tres horas antes de acostarse, no tomar café o refrescos con cafeína, ni alcohol (altera los ritmos del sueño). Tampoco se debe beber mucha cantidad de líquidos para evitar la necesidad de orinar.
- Cada día efectuar ejercicio físico adecuado a las condiciones personales, pero nunca durante las horas previas a acostarse.
TRATAMIENTO CON PASTILLAS. Es muy frecuente que se abuse de ellas, por lo que se deberían seguir las siguientes normas:
- Tomarlas sólo si han fracasado las otras medidas y siempre supervisadas por un médico. Nunca por consejo de otra persona, pues, tienen que ser adecuadas al tipo de insomnio, es decir, si cuesta conciliarlo o se interrumpe demasiado pronto, Además, hay que considerar la edad y si están contraindicadas con otros medicamentos o en ciertas enfermedades.
- La dosis debe ser la indicada por el médico y no aumentarla sin consultarlo.
- Seguirlas el menor tiempo posible sin pasar de tres meses, pues la mayoría, causan adicción y, con el tiempo, se necesita más dosis para conseguir el mismo efecto.
- Dejarlas de forma paulatina para evitar que aparezca un insomnio más intenso, dolores de cabeza y músculos, confusión e irritabilidad.
- Hay que tener presente que disminuyen los reflejos para conducir vehículos y para ciertas tareas pesadas, a pesar de que se tomen al acostarse, pues sus efecto es posible que persista por la mañana. Sí , además, se bebe alcohol, el efecto de ambos se multiplica.
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