Una mejor vida sexual es sólo cuestión de perder unos cuantos kilos.
Ha llegado de nuevo la época del año en que las mujeres se quejan de los kilos que han cogido durante los meses anteriores, mientras sus parejas hojean las revistas admirando los cuerpos de las modelos de ropa interior y trajes de baño, quienes encarnan la imagen actual de lo sexy: grandes y llamativos pechos (a menudo perfeccionados con cirugía estética), una cintura microscópica y caderas y muslos perfectamente moldeados, sin un gramo de celulitis.
Gracias a los iconos de la cultura popular, las mujeres piensan que tener un cuerpo como el de Heidi Klum (de 54 kilos y 1,75 metros de estatura) es la única fórmula para una relación sexy y apasionada.
Cuando Selecciones les preguntó a las mujeres sobre los factores que las hacen sentirse atractivas, el 80 por ciento dijo haberse sentido más atractivas antes, cuando pesaban menos (entre las mujeres que se consideran obesas, el porcentaje aumenta al 95). Los hombres también dieron indicios de inseguridad. Una cantidad astronómica, el 70 por ciento, piensa que unos centímetros de menos en la cintura equivaldrían a una vida sexual más activa. Y el 42 por ciento dijo que sólo se quitaría la camisa delante de su pareja.
A pesar de las imágenes idealizadas, los hombres realmente no esperan (ni quieren) que sus mujeres o novias sean tan delgadas como las supermodelos. Y las mujeres no buscan un Brad Pitt. Sí, las mujeres con unos kilos de más tienen una buena vida sexual. Saben lo que los investigadores y científicos están comenzando a descubrir: la calidad de la actividad sexual es cosa del cerebro, y no de un cuerpo de proporciones perfectas.
De hecho, tratar de parecer una modelo de ropa interior puede matar la pasión. El índice promedio de masa corporal (IMC) de las modelos es poco saludable y subestándar 17. Las mujeres con un índice de 18,5 tienen menos probabilidades de quedarse embarazadas y un nivel más bajo de las hormonas que contribuyen a la libido. Por lo tanto, las súper delgadas despampanantes quizá queden fenomenal en una revista de moda, pero probablemente no sean muy apasionadas en la cama.
Gorditos sexy
Los kilos de más pueden ser sexualmente atractivos. Los adultos con sobrepeso no sólo son muy activos sexualmente, sino que también disfrutan muchísimo con ello, dice el doctor Martin Binks, director de Salud del Comportamiento en el Centro de Dieta y Aptitud Física de la Universidad de Duke. Los participantes en el estudio de Binks están tratando de adelgazar un poco y probablemente deberían hacerlo por el bien de su salud. Pero lo que resulta notable es que su vida sexual mejoró más cuando perdieron tan sólo un 10 por ciento de su peso. “Es una cantidad mínima, y estas personas aún tienen un sobrepeso considerable”, dijo.
Así, después de hacer dieta durante un año, el porcentaje de participantes que se sentían poco atractivos sexualmente se redujo del 68 por ciento al 26 por ciento. Todo esto demuestra que las relaciones sexuales son cuestión de actitud, más que de peso, dice Binks. Además de tener una imagen más positiva de su cuerpo, las personas que han perdido peso tienen más energía y se sienten más cómodas comunicándose con su pareja sobre técnicas, fantasías y actitudes sobre el sexo. Es más, tener relaciones sexuales significativas en vez de casuales promueve la secreción de la hormona oxitocina. “Hace que una persona sienta amor y empatía”, dice el reconocido cirujano Mehmet C. Oz, coautor de la serie You de libros acerca de la salud. “Las relaciones sexuales significativas también pueden reducir la presión arterial y le dicen al estómago que no envíe señales de hambre al cerebro”. Conclusión: un apetito sexual saludable puede resultar en una reducción de peso.
También existe una conexión emocional: “Tiene sentido que las mujeres que se sienten muy gordas estén menos interesadas en la actividad sexual”, dijo Sonya Satinsky, coordinadora del proyecto para el Centro de Promoción de la Actividad Sexual Saludable en la Universidad de Indiana. Una explicación posible, asegura, está relacionada con tener sentimientos negativos con respecto al cuerpo propio, lo que resulta en una falta de deseo sexual.
Los hombres también cuidan la línea
Las mujeres no son las únicas engañadas sobre la importancia del peso para la actividad sexual. “Los hombres están cada vez menos satisfechos con su cuerpo”, asegura Viren Swami, de la Universidad de Westminster en Inglaterra, quien ha estudiado a fondo la atracción sexual. “Algunos quieren ser más delgados, pero en su mayoría quieren ser más musculosos y hacen muchos esfuerzos por lograrlo”. Hay quienes dicen que, actualmente, el índice de uso de esteroides entre los jóvenes es comparable a la tasa de anorexia y bulimia entre las adolescentes. No es ninguna sorpresa, ya que las revistas y películas bombardean a los jóvenes con imágenes de Adonis de hombros anchos y estómago plano.
Las leyes de la atracción sexual
A través de la historia, un cuerpo delgado y saludable ha ayudado a las personas a encontrar pareja y reproducirse. Hace siglos, ciertas características femeninas (juventud, cintura delgada, senos prominentes) eran señal de fertilidad. A su vez, ciertas características masculinas (una espalda amplia, poder, recursos económicos) indicaban su capacidad de proteger y cuidar a la madre y al hijo.
El psicólogo evolucionista Devendra Singh, de la Universidad de Texas, dice que, en realidad, a los hombres no les preocupa el peso de la mu-jer: más que nada, les atrae un cuerpo de guitarra, que en la mayoría de los casos significa, independientemente de la talla, una relación de siete a diez entre la cintura y las caderas, una proporción que indica gran fertilidad.
Pero las investigaciones de Swami apuntan a que diversas culturas tienen estándares diferentes. Los hombres en países occidentales como Inglaterra y Estados Unidos sienten atracción por mujeres más delgadas (un IMC de aproximadamente 21). Los que viven en países mediterráneos como España y Portugal, consideran que las mujeres de cuerpo curvilíneo y mayores proporciones son sumamente atractivas. Quizá eso explique por qué los hombres latinos se vuelven locos por divas con traseros de generosas proporciones, como Jennifer López. “En las sociedades más tradicionales, las personas con mayor peso son ricas y tienen los medios para comprar comida”, asegura Swami.
Los hombres cuyos ancestros provienen de regiones donde la comida era escasa durante todo el año o por temporadas (como zonas de África) consideran muy fértiles y, por lo tanto, sexy, a las mujeres más gruesas, afirma Robert Friar, profesor de biología de la Universidad Estatal de Ferris.
Cuando se les da la opción, las mujeres sí prefieren a los hombres con espalda ancha y estómago plano, según un estudio realizado en el 2006 por la investigadora Margaret Braun de la Universidad Estatal de Portland. Pero la apariencia física no es el único determinante. “Cuando las mujeres están buscando a alguien con quien formar un hogar, comienzan a concentrarse en otros aspectos importantes”, dice el psicólogo evolucionista Jason Weeden, de la Universidad Estatal de Arizona. “¿Puede mantener bien a una familia? ¿Es digno de confianza? ¿Tiene las mismas aspiraciones que ella?”
Para hombres y mujeres, la verdadera clave posiblemente radique en la parte superior del cuerpo. El rostro es un mejor indicio de atractivo sexual que el cuerpo. En un estudio reciente, 24 personas de 18 a 25 años de edad expresaron su opinión acerca de caras y cuerpos vestidos en fotografías digitales para determinar cuál era más importante en el atractivo en general. Las mujeres consideraron que el rostro de los hombres representa casi la mitad de su atractivo general. En el caso de los hombres, la cara de la mujer es un indicio incluso más importante de atractivo sexual.
Según Marianne Peters, de la Universidad de Australia Occidental, que concibió el estudio, esto se basa en la teoría de que la cara revela inteligencia, personalidad y seguridad, factores que aumentan las probabilidades de una buena relación sexual en un grado mucho mayor que una cintura de avispa.
La personalidad cuenta
“Si la gruesa cantante y actriz Queen Latifah no se considera sexy, la verdad es que disimula muy bien”, asegura Pepper Schwartz, profesora de sociología de la Universidad de Washington en Seattle. “Se viste y comporta sintiéndose muy atractiva. Y muchos hombres piensan que lo es”.
Una vez que llegamos a conocer a una persona, los demás aspectos no relacionados con el físico pasan a ser más importantes en relaciones a largo plazo y la actividad sexual placentera”, aseguró Swami. Sin embargo, éste es un campo de investigación que los científicos quizá nunca lleguen a entender del todo.
“Incluso tras todos los estudios que he realizado”, afirma, “me pongo a pensar en lo que me atrae de otra persona, y realmente no tengo la respuesta. Siempre hemos supuesto que hay cierto tipo de persona que siempre nos gusta, pero en realidad, ése no es el caso. Vemos a una variedad de personas todos los días, y nos atrae gente distinta en diferentes momentos por diversos motivos. Hay un aspecto de la atracción que debe permanecer rodeado de misterio”.
Al fin y al cabo, un poco de misterio puede hacer que las relaciones sexuales sean mucho más divertidas.
Gracias a los iconos de la cultura popular, las mujeres piensan que tener un cuerpo como el de Heidi Klum (de 54 kilos y 1,75 metros de estatura) es la única fórmula para una relación sexy y apasionada.
Cuando Selecciones les preguntó a las mujeres sobre los factores que las hacen sentirse atractivas, el 80 por ciento dijo haberse sentido más atractivas antes, cuando pesaban menos (entre las mujeres que se consideran obesas, el porcentaje aumenta al 95). Los hombres también dieron indicios de inseguridad. Una cantidad astronómica, el 70 por ciento, piensa que unos centímetros de menos en la cintura equivaldrían a una vida sexual más activa. Y el 42 por ciento dijo que sólo se quitaría la camisa delante de su pareja.
A pesar de las imágenes idealizadas, los hombres realmente no esperan (ni quieren) que sus mujeres o novias sean tan delgadas como las supermodelos. Y las mujeres no buscan un Brad Pitt. Sí, las mujeres con unos kilos de más tienen una buena vida sexual. Saben lo que los investigadores y científicos están comenzando a descubrir: la calidad de la actividad sexual es cosa del cerebro, y no de un cuerpo de proporciones perfectas.
De hecho, tratar de parecer una modelo de ropa interior puede matar la pasión. El índice promedio de masa corporal (IMC) de las modelos es poco saludable y subestándar 17. Las mujeres con un índice de 18,5 tienen menos probabilidades de quedarse embarazadas y un nivel más bajo de las hormonas que contribuyen a la libido. Por lo tanto, las súper delgadas despampanantes quizá queden fenomenal en una revista de moda, pero probablemente no sean muy apasionadas en la cama.
Gorditos sexy
Los kilos de más pueden ser sexualmente atractivos. Los adultos con sobrepeso no sólo son muy activos sexualmente, sino que también disfrutan muchísimo con ello, dice el doctor Martin Binks, director de Salud del Comportamiento en el Centro de Dieta y Aptitud Física de la Universidad de Duke. Los participantes en el estudio de Binks están tratando de adelgazar un poco y probablemente deberían hacerlo por el bien de su salud. Pero lo que resulta notable es que su vida sexual mejoró más cuando perdieron tan sólo un 10 por ciento de su peso. “Es una cantidad mínima, y estas personas aún tienen un sobrepeso considerable”, dijo.
Así, después de hacer dieta durante un año, el porcentaje de participantes que se sentían poco atractivos sexualmente se redujo del 68 por ciento al 26 por ciento. Todo esto demuestra que las relaciones sexuales son cuestión de actitud, más que de peso, dice Binks. Además de tener una imagen más positiva de su cuerpo, las personas que han perdido peso tienen más energía y se sienten más cómodas comunicándose con su pareja sobre técnicas, fantasías y actitudes sobre el sexo. Es más, tener relaciones sexuales significativas en vez de casuales promueve la secreción de la hormona oxitocina. “Hace que una persona sienta amor y empatía”, dice el reconocido cirujano Mehmet C. Oz, coautor de la serie You de libros acerca de la salud. “Las relaciones sexuales significativas también pueden reducir la presión arterial y le dicen al estómago que no envíe señales de hambre al cerebro”. Conclusión: un apetito sexual saludable puede resultar en una reducción de peso.
También existe una conexión emocional: “Tiene sentido que las mujeres que se sienten muy gordas estén menos interesadas en la actividad sexual”, dijo Sonya Satinsky, coordinadora del proyecto para el Centro de Promoción de la Actividad Sexual Saludable en la Universidad de Indiana. Una explicación posible, asegura, está relacionada con tener sentimientos negativos con respecto al cuerpo propio, lo que resulta en una falta de deseo sexual.
Los hombres también cuidan la línea
Las mujeres no son las únicas engañadas sobre la importancia del peso para la actividad sexual. “Los hombres están cada vez menos satisfechos con su cuerpo”, asegura Viren Swami, de la Universidad de Westminster en Inglaterra, quien ha estudiado a fondo la atracción sexual. “Algunos quieren ser más delgados, pero en su mayoría quieren ser más musculosos y hacen muchos esfuerzos por lograrlo”. Hay quienes dicen que, actualmente, el índice de uso de esteroides entre los jóvenes es comparable a la tasa de anorexia y bulimia entre las adolescentes. No es ninguna sorpresa, ya que las revistas y películas bombardean a los jóvenes con imágenes de Adonis de hombros anchos y estómago plano.
Las leyes de la atracción sexual
A través de la historia, un cuerpo delgado y saludable ha ayudado a las personas a encontrar pareja y reproducirse. Hace siglos, ciertas características femeninas (juventud, cintura delgada, senos prominentes) eran señal de fertilidad. A su vez, ciertas características masculinas (una espalda amplia, poder, recursos económicos) indicaban su capacidad de proteger y cuidar a la madre y al hijo.
El psicólogo evolucionista Devendra Singh, de la Universidad de Texas, dice que, en realidad, a los hombres no les preocupa el peso de la mu-jer: más que nada, les atrae un cuerpo de guitarra, que en la mayoría de los casos significa, independientemente de la talla, una relación de siete a diez entre la cintura y las caderas, una proporción que indica gran fertilidad.
Pero las investigaciones de Swami apuntan a que diversas culturas tienen estándares diferentes. Los hombres en países occidentales como Inglaterra y Estados Unidos sienten atracción por mujeres más delgadas (un IMC de aproximadamente 21). Los que viven en países mediterráneos como España y Portugal, consideran que las mujeres de cuerpo curvilíneo y mayores proporciones son sumamente atractivas. Quizá eso explique por qué los hombres latinos se vuelven locos por divas con traseros de generosas proporciones, como Jennifer López. “En las sociedades más tradicionales, las personas con mayor peso son ricas y tienen los medios para comprar comida”, asegura Swami.
Los hombres cuyos ancestros provienen de regiones donde la comida era escasa durante todo el año o por temporadas (como zonas de África) consideran muy fértiles y, por lo tanto, sexy, a las mujeres más gruesas, afirma Robert Friar, profesor de biología de la Universidad Estatal de Ferris.
Cuando se les da la opción, las mujeres sí prefieren a los hombres con espalda ancha y estómago plano, según un estudio realizado en el 2006 por la investigadora Margaret Braun de la Universidad Estatal de Portland. Pero la apariencia física no es el único determinante. “Cuando las mujeres están buscando a alguien con quien formar un hogar, comienzan a concentrarse en otros aspectos importantes”, dice el psicólogo evolucionista Jason Weeden, de la Universidad Estatal de Arizona. “¿Puede mantener bien a una familia? ¿Es digno de confianza? ¿Tiene las mismas aspiraciones que ella?”
Para hombres y mujeres, la verdadera clave posiblemente radique en la parte superior del cuerpo. El rostro es un mejor indicio de atractivo sexual que el cuerpo. En un estudio reciente, 24 personas de 18 a 25 años de edad expresaron su opinión acerca de caras y cuerpos vestidos en fotografías digitales para determinar cuál era más importante en el atractivo en general. Las mujeres consideraron que el rostro de los hombres representa casi la mitad de su atractivo general. En el caso de los hombres, la cara de la mujer es un indicio incluso más importante de atractivo sexual.
Según Marianne Peters, de la Universidad de Australia Occidental, que concibió el estudio, esto se basa en la teoría de que la cara revela inteligencia, personalidad y seguridad, factores que aumentan las probabilidades de una buena relación sexual en un grado mucho mayor que una cintura de avispa.
La personalidad cuenta
“Si la gruesa cantante y actriz Queen Latifah no se considera sexy, la verdad es que disimula muy bien”, asegura Pepper Schwartz, profesora de sociología de la Universidad de Washington en Seattle. “Se viste y comporta sintiéndose muy atractiva. Y muchos hombres piensan que lo es”.
Una vez que llegamos a conocer a una persona, los demás aspectos no relacionados con el físico pasan a ser más importantes en relaciones a largo plazo y la actividad sexual placentera”, aseguró Swami. Sin embargo, éste es un campo de investigación que los científicos quizá nunca lleguen a entender del todo.
“Incluso tras todos los estudios que he realizado”, afirma, “me pongo a pensar en lo que me atrae de otra persona, y realmente no tengo la respuesta. Siempre hemos supuesto que hay cierto tipo de persona que siempre nos gusta, pero en realidad, ése no es el caso. Vemos a una variedad de personas todos los días, y nos atrae gente distinta en diferentes momentos por diversos motivos. Hay un aspecto de la atracción que debe permanecer rodeado de misterio”.
Al fin y al cabo, un poco de misterio puede hacer que las relaciones sexuales sean mucho más divertidas.
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