UNA COPA DE BELLEZA

Te descubrimos los beneficios que el vino puede tener en tu salud y tu belleza.

La cultura meditérranea nos ha dejado un legado de calidad de vida, pero también lo ha hecho con un maravilloso elixir que aún en muchos sentidos podría confundirse con la fuente de la juventud: el vino. El tanino de los vinos nos ayuda a estar más guapas por dentro y por fuera, ya que no sólo evita la aparición de enfermedades cardiovasculares sino que, además, ayuda a retrasar el  envejecimiento. ¿Brindamos?

Numerosos estudios científicos han demostrado que la dieta mediterránea unida a un moderado consumo de vino no sólo reduce el riesgo de enfermedades relacionadas con el corazón, además nos hace estar mucho más guapas. Los taninos son sustancias naturales que proceden de la maduración del vino y que se encuentran en la piel de la uva y en la madera en la que se procesan los caldos. Beber una copita de vino al día, no sólo nos hará vivir más, sino que nos hará vivir mucho más guapas todo el tiempo que nos queda. ¿Quieres saber cómo?

Resulta que en el pellejo de las uvas negras (y que viva el vino tinto) contiene un montón de compuestos fenólicos: ácidos fenólicos, flavonoides y resveratrol, nombres raros de ingredientes casi mágicos que se dedican a inhibir el colesterol malo y a evitar la aparición de radicales libres. Estos pequeños compañeros con nombre de terroristas fisiológicos se dedican a oxidar, es decir: envejecer nuestras células. Y por si fuera poco, el resveratro estimula las sirtuinas, unas enzimas naturales que regulan el envejecimiento de los seres vivos, por lo que mostraremos unos tejidos más sanos y vivos (tanto por dentro como por fuera, claro está).