Ten en cuenta que aunque el calor no apriete el sol puede hacerte el mismo
daño que en agosto así que vigila tus exposiciones y sigue estos consejos para
preparar tu piel de cara a los rayos de sol y conseguir así un bronceado bonito
sin sufrir daños.
- Lo primero que debes tener en cuenta es que el bronceado es el resultado de la producción de melanina como defensa del cuerpo ante la radiación solar. Se trata de un mecanismo de la piel que se activa ante una agresión: la de los rayos UVA/UVB.
- Las consecuencias de la exposición al sol van desde la hiperpigmentación de algunas zonas (manchas en la piel), la aceleración del proceso de envejecimiento de la piel y hasta la aparición de un melanoma, un desafortunado fenómeno que cada vez sufren más mujeres menores de 30 años. Por ello debemos controlar los tiempos de exposición y protegernos siempre con un producto específico.
- Como nos explican los dermatólogos de La Roche-Posay, una de las formas más peligrosas de tomar el sol es hacerlo de forma intermitente y aguda, precisamente lo que hacemos cuando nos vamos 15 días de vacaciones a la playa. Este riesgo se agrava si además tenemos la piel clara.
- Pero no todo son malas noticias. El sol es fundamental para sintetizar de forma correcta la vitamina D y posee una acción anti-depresiva natural. La clave de quedarnos con sus beneficios y desechar sus riesgos está en la protección solar.
- Las pieles más claras necesitan una protección muy alta, que incorpore un filtro UVA reforzado, además del UVB, y está formulada especialmente para las pieles muy sensibles al sol.
- Debemos preparar nuestra piel poco a poco desde ya, cuando estamos empezando a exponernos a los primeros rayos del sol primaveral. Para comenzar, es básico utilizar una hidratante diaria con un SPF acorde a nuestras necesidades, e incluso aplicar un protector solar encima de nuestro tratamiento diario si nuestra piel lo requiere.
- Una hidratante diaria que proteja tu piel contra el envejecimeinto prematuro y la contaminación es una buena elección, pero si además incluye un SPF alto.
- La nutricosmética también será una gran aliada a la hora de fortalecer tus defensas frente a los rayos de sol y a la hora de acelerar el bronceado. Debes empezar a consumir estos productos unos dos o tres meses antes del verano, para que la piel esté preparada llegado el momento.
- El resto del cuerpo que exponemos, como piernas y brazos, también necesita protección. Elige protectores solares que incluyan filtros UVB y UVA: los primeros te protegen frente a las quemaduras directas en la capa superficial de la piel, mientras que los segundos lo hacen frente a las radiaciones que penetran en las capas más profundas de la piel y que constituyen un mayor peligro.
- También puedes optar por autobronceadores si quieres conseguir un bronceado de forma rápida. Comienza exfoliando bien toda la piel de tu cuerpo para que el autobronceador actúe de manera uniforme.
- Aplica un exfoliante por todo el cuerpo a conciencia y así conseguirás una piel mucho más lisa para aplicar el autobronceador de manera más uniforme porque elimina las células muertas de piel de forma suave.
- La aplicación del producto de manera uniforme es fundamental a la hora de conseguir un acabado perfecto y sin manchas. Pide ayuda para aplicarlo en la espalda y presta especial atención a la cara interna de los brazos y la parte trasera de las piernas.
- Cuidado con las zonas en las que la piel hace pliegues; pueden quedar acumulaciones de productos muy antiestéticas. Y espera unos minutos antes de vestirte para que el roce de la ropa no arrastre el producto.
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