VUELTA A LA CALMA.
Tu estómago y tu organismo necesitan recuperar
sus horarios y su rutina alimenticia. Así que si no la tenías, empieza el año regulando tus horas de comer y, si es posible, de
sueño (dormir poco aumenta la sensación de hambre). Ahora que volverás
a levantarte pronto, desayuna bien para empezar
el día con los nutrientes que tu organismo necesita y no acumular un exceso de
hambre durante la mañana. Toma una pieza de fruta entre
horas y cena pronto para compensar las digestiones pesadas que ha
tenido que soportar tu estómago. Buenos hábitos. Siéntate a comer y mastica
despacio los alimentos, harás mejor la digestión e ingerirás menos calorías.
NO PASES HAMBRE.
Ésta es la clave para
evitar los atracones y para que tu metabolismo siempre funcione en
‘modo gasto’ en lugar de en ‘modo ahorro’, lo que ocurre cuando te saltas
comidas o haces dietas restrictivas. Alíate con tu hambre y no pases más de tres o cuatro horas sin comer algo, igual
que bebes cuando tienes sed. ¿La clave? Tomar siempre
alimentos sanos y saciantes (fruta, frutos secos naturales, atún al
natural, yogur desnatado o fiambre bajo en grasa…), nunca
azúcares de digestión rápida (bollos industriales, gominolas, dulces,
snacks de máquina). Gesto détox. Comiendo más veces pero menos cantidad evitarás
que tu hígado (el órgano depurativo más importante) trabaje en exceso.
MENÚS DETOX.
Después de haber abusado tanto de las cantidades
de comida como de los alimentos demasiado grasos y pesados, de las salsas, los
dulces y el alcohol, tu estómago, tu hígado, tu piel y
todo tu organismo necesitan una limpieza. Compensa. Ahora tus menús
deben consistir en caldos desgrasados, cremas de verduras sin nata ni quesitos,
frutas y verduras frescas, cereales integrales, poca carne y más pescado.
Todos estos alimentos deben tomarse frescos, hervidos, a
la plancha o al horno, tienes que descansar de los fritos y los
rebozados.
Para comenzar el día te recomendamos un desayuno a base de copos de avena, leche vegetal y fruta
fresca.
Comenzar la comida
principal y la cena con un caldo vegetal, como la sopa de miso, te
ayudará a ingerir más líquidos y a limpiarte.
ALIMENTOS DÉTOX
Para ayudar a tu organismo a depurarse y no
añadir calorías extra, llena tu nevera de frutas y
verduras frescas, los alimentos détox por excelencia debido a su alto
contenido en agua, vitaminas y minerales y su escaso aporte calórico. Entre
horas, toma piña, papaya, melón, pomelo o
granada, frutas de efecto détox perfectas para quitarte el hambre y
ayudar a tu estómago a hacer mejor las digestiones. Entre
las verduras, la alcachofa, el pepino, las endivias, el apio, los espárragos, el
hinojo o la lechuga son perfectas para limpiarte desde dentro. Compra
bio. Si quieres eliminar calorías, colesterol, azúcares y sustancias poco
saludables para tu organismo, intenta cambiar los
alimentos refinados por biológicos, de mayor valor nutricional y libres
de ingredientes artificiales.
LÁCTEOS DESNATADOS O VEGETALES
Si cada día tomas leche, yogures y quesos, y
además son enteros o grasos, bajarás de peso en pocos días sólo con pasarte a
las versiones desnatadas o vegetales. Los lácteos enteros
aportan demasiadas grasas y calorías, además de sobrecargar en exceso
tu hígado. Si te acostumbras a tomarlos vegetales, de soja o avena, notarás el
cambio en la báscula y en tu salud.
¿Y el calcio? En
tiendas de alimentación natural puedes encontrar leches
vegetales enriquecidas en calcio, pero hay muchos otros alimentos que
te lo proporcionarán, como los frutos secos, el pescado
azul o el sésamo. Psst. Busca leches vegetales realmente naturales, sin
azúcar añadido.
MÁS AGUA, MENOS KILOS
Beber abundantes líquidos es el pilar de
cualquier plan détox y la clave para combatir la retención
de líquidos, reducir volumen y bajar de peso. Bebiendo más agua,
tomando más frutas y verduras, zumos naturales, sopas, caldos e infusiones
ayudarás a tus riñones a eliminar toxinas, algo que también se reflejará en tu
piel.
El truco. Beber un par de
vasos de agua antes de las comidas te hará sentirte más saciada y comer
menos. Si después continúas con una sopa, perderás aún más peso.
Imprescindible. Llevar una
botellita de agua siempre contigo, sobre todo en el trabajo, lo que te
hará levantarte más para ir al baño y menos para visitar la máquina de refrescos
o snaks.
INFUSIONES
Además de hacerte beber más líquidos, el poder depurativo de ciertas hierbas te ayudará a eliminar
volumen, limpiar tu organismo y perder peso. El té verde es una de
ellas, imprescindible también por sus grandes propiedades antioxidantes. El
diente de león (que también puedes tomar en gotas), el cardo mariano, la cola de
caballo, el boldo, el anís, el hinojo o la mielenrama son otras infusiones
perfectas para tomar entre horas. Sin azúcar. Si puedes, tómalas al natural o endúlzalas con miel, sirope de arce o
agave. Nos encantan.
FUERA EL AZÚCAR
Si quieres desintoxicar tu organismo, tener un
índice glucémico estable y bajar de peso sin tener que hacer dieta, saca el azúcar blanco de tu vida. Es un producto químico
sin ningún valor nutricional, sólo aporta
calorías. Si eres de las que se echa uno o dos sobrecitos de azúcar en
el café, sustituyéndolos por sacarina perderás peso como por arte de magia.
También puedes sustituirlos por productos más
naturales y nutritivos, como la fructosa, el azúcar moreno natural (como la panela), la miel no
refinada o sirope de arce.
Azúcar encubierto. ¿Sabías
que el pan de molde, la mayoría de embutidos, las sopas, caldos y zumos
envasados, el salmón ahumado, las verduras de bote y otra gran lista de
alimentos llevan azúcar añadido? Cuanto más leas las etiquetas, más
kilos perderás.
HIDRATOS DE DIGESTIÓN LENTA
Otro gesto imprescindible si quieres bajar peso
es reducir la cantidad de carbohidratos que tomas
(no eliminarlos totalmente) y, sobre todo, elegir los de índice
glucémico lento.
Legumbres. Son uno
de los hidratos más saludables y bajos en calorías si los cocinas sin grasa o
los tomas en ensalada.
Integrales. Si
tomas la pasta, el arroz, el pan y los cereales integrales, ya estarás tomando
carbohidratos de digestión más lenta. Pero ojo, para tomarlos realmente
integrales y naturales tendrás que comprarlos en tiendas de alimentación
natural.
Dulces. Son los
hidratos de carbono de digestión rápida por excelencia y de los que tienes que
olvidarte: bollería industrial, galletas, gominolas, cereales refinados o
chocolate (a no ser que sea negro). En tiendas ecológicas los puedes encontrar
elaborados con ingredientes más sanos y ligeros, pero tampoco debes abusar de
ellos.
¿MÁS DE 3 KILOS?
Entonces olvídate de adelgazar por tu cuenta o de
seguir una dieta de un libro o de una web por muy de moda que esté. Estarás
poniendo en peligro tu salud y aumentando el riesgo de sufrir el temido efecto
rebote. Para que la dieta sea efectiva y segura debes
acudir a un endocrino o un nutricionista.
¿Bloqueos? Si llevas toda la vida a dieta y no
consigues adelgazar, tal vez el principal problema sea emocional, así que
antes de ponerte a dieta deberías visitar a un
psicólogo. No tengas prisa. En unas pocas semanas no se puede perder el
peso que se ha ganado durante años. Para adelgazar y no volver a ganar el peso
hay que ser paciente: ponerte una meta a medio plazo te ayudará a no abandonar
la dieta y a conseguir resultados más duraderos.
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