"Fui al médico porque me sentía agotada, sobre todo de noche", dice Justina, propietaria de un salón de belleza. "Cuando me dijo que tenía que reducir mi estrés, me reí de él. Era una frase tan gastada". Pero los análisis probaron que no había enfermedad grave, y Justina empezó a tomar en serio el consejo del médico. Había una razón científica para preocuparse: las crisis de estrés hacen que el cuerpo segregue adrenalina, una poderosa hormona estimulante, que acelera al sistema. Se tensan los músculos, el corazón late con fuerza, la respiración se hace rápida y poco profunda. Una pequeña dosis de adrenalina ayuda a superar una crisis menor; pero un día entero con exceso de adrenalina le dan a uno la sensación de haber pasado ocho horas en una batalla campal.
Reducir las cosas que producen estrés ayuda a controlar la adrenalina. ¿Te pone tensa el tráfico? Sal para el trabajo media hora antes. Justia le puso fin a uno de sus grandes motivos de irritación: los empleados que invadían su espacio privado. "Soy muy accesible en el salon, y sólo voy a mi oficina cuando tengo que concentrarme. La gente no comprendía que entrar sin permiso me hacía caer en una crisis". Pero resolvió el problema colgando en la puerta un letrero que decía "Por favor, toque antes de entrar".
Aunque no puedas evitar la causa del problema, sí puedes reducir su impacto. "Se le puede quitar fuerza al estrés evadiendo los síntomas físicos", dice Wes Sime, profesor de salud y conducta de la universidad de Nebraska. Cuando empieces a sentirse tensa, respira profundamente varias veces, reclínate hacia atrás y estírate. Si vives en constante estrés, programa varias respiraciones profundas al día.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario