lunes, 4 de enero de 2010
ESTIRA LAS PIERNAS
Mejorarás la circulación y te sentirás renovada.
Ya estés corriendo de un lado al otro, o sentada todo el día, "la gravedad atrae sangre y fluido linfático hacia la porción baja del cuerpo-atrapando y transportando toxinas-y hace que las piernas se inflamen y funcionen con lentitud", explica Roger Cole, instructor de yoga. Para anular el daño: acuéstate en el piso con las piernas levantadas y los talones contra la pared. Respira profundo varias veces, imaginando como la sangre fluye hacia el abdomen (la columna vertebral debe estar apoyada en el piso. Te relajarás más si te cubres los ojos, con una toalla. Cinco minutos después, doblas las rodillas hacia el pecho, gira hacia un lado y siéntate despacio.
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