Cuando llega la primavera y suben las temperaturas hay alimentos que empiezan a apetecer más y solemos dejar de lado otros, como las legumbres, sin embargo, esto es un error.
Las legumbres aportan mucha energía a nuestro organismo y tienen numerosos beneficios para la salud, pero lo más importante es que comer legumbres de manera regular es la mejor manera de combatir el colesterol malo.
Según un nuevo estudio publicado en Canadian Medical Association Journal, tomar una ración al día de legumbres (unos 130 gramos) logra reducir en un 5% la cantidad de colesterol LDL, es decir, colesterol “malo” y esto se traduce en una reducción de entre el 5% y 6% del riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular.
Lentejas, alubias, guisantes y grarbanzos son imprescindibles en nuestra dieta, también en primavera. Contienen minerales, vitaminas, reducen el colesterol malo, aportan fibra soluble, son perfectas para controlar el peso y reducen la presión arterial, además de ser económicas: ¿qué más necesitas para introducir las legumbres en tu dieta diaria?
Legumbres . Las legumbres son imprescindibles en cualquier dieta sana y no son alimentos solo de invierno, si no de todo el año. Tienen vitaminas, minerales, fibra soluble y ayudan a controlar el peso, pero uno de sus beneficios más importantes es que son perfectas para combatir el colesterol malo.
Avena. La avena contiene sustancias que ayudan a la absorción del colesterol en el intestino. La manera habitual de consumirla es en copos y puedes hacer que sea la protagonista de tus desayunos. ¡Prueba a mezclarla con fruta!
Frutos secos. En ensaladas, con pastas o arroz, en dulces… hay muchas formas de tomar frutos secos, pero lo importante es añadirlos a la dieta, ya que son perfectos para reducir los niveles de colesterol.
Fruta. La fruta es un imprescindible de toda dieta. Tiene vitaminas, agua, fibra, pero, además, las manzanas, las fresas, las uvas y los cítricos son perfectos para reducir los niveles de colesterol malo.
Berenjena. La berenjena es un alimento que, gracias a su gran aporte de fibra, retrasa la absorción intestinal del colesterol. Se puede preparar de muchas maneras. Échale imaginación y ¡disfruta!
Soja. Salsa de soja, brotes de soja en ensalada, bebida de soja…da igual la manera que elijamos de tomarla, lo importante es que la soja es perfecta para reducir el colesterol LDL (colesterol malo).
Aceites vegetales. Los aceites vegetales y, en especial, el aceite de oliva, contienen ácido oleico, vitamina E y fitosteroles, responsables de combatir de manera efectiva el colesterol malo.
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