viernes, 3 de julio de 2009
EL SOL EN EXCESO ES DAÑINO
Según la Fundación de Lucha contra el Cáncer de Piel, de Nueva York, hay más casos de este cáncer que de cualquier otro, y más de 90% de ellos se deben a la exposición excesiva al sol. Los tres principales tipos(carcinoma basocelular, carcinoma de células escamosas y melanoma maligno) se localizan en la epidermis, la capa más externa de la piel.
El carcinoma basocelular, el más común y menos grave de todos, antes afectaba sobre todo a hombres viejos que trabajaban a la interperie, pero hoy lo contraen hombres y mujeres casi por igual y a menor edad. Suele localizarse en la nariz, los párpados, las mejillas y el torso.
El carcinoma de células escamosas puede presentarse en cualquier parte del cuerpo, pero sobre todo en las más expuestas al sol. Uno y otro pueden manifestarse como llagas que no sanan. El carcinoma basocelular adopta la forma de un abultamiento pálido, ceroso y perlado; el de células escamosas es una mancha roja con una costra lisa o escamosa en el centro y el contorno opaco. De quienes contrajeron alguno de los dos en 2008 en Estados Unidos, menos de 1% ha muerto de la enfermedad, pero el 99% restante corre mucho más riesgo de contraer melanoma maligno.
La incidencia de este último ha aumentado a un ritmo de 4% anual por ciento anual desde 1980, por varias razones: hoy llegamos a más edad que antes, pasamos más tiempo al aire libre, nos asoleamos con menos ropa y nos hemos aficionado al bronceado. El melanoma maligno suele manifestarse como uno o más lunares que aumentan de tamaño o cambian de color. Los más graves se ulceran y sangran fácilmente. A los hombres tienden a aparecerles en el torso, y a las mujeres en las piernas. Cuando un melanoma se propaga comúnmente afecta otras partes de la piel, el hígado, el cerebro o los huesos.
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