peculariaridad la convierte en un vegetal de excepcional interés al término de las vacaciones.
Planta cara a la báscula
Siempre que se cocinen hervidas o salteadas en muy poco aceite, las espinacas ayudan a bajar ese par de kilitos que suele cogerse en vacaciones. Además de ligeras, también son diuréticas y laxantes.
Escudo antioxidante
Estas hojas de intenso color verde poseen el trio de vitaminas de mayor poder "antiedad". Una ración de espinacas duplica con creces las cantidades diarias de vitamina A y C que precisa un adulto y proporciona casi una tercera parte de la dosis que se requiere de vitamina E. Incluir estos nutrientes en la dieta es la forma más sana de prevenir enfermedades cardiovasculares y el cáncer.
Buena amiga de las encías
Gracias a su alto contenido en vitamina C y en hierro, las deliciosas ensaladas a base de espinacas crudas protegen el tejido gingival, proporcionando a las encías un saludable aspecto rosado.
En mujeres con osteoporosis
Debido a su más considerable contenido en calcio y vitamina K, comer espinacas regularmente fortalece los huesos . Como el calcio vegetal se absorbe peor que el animal, prepáralas en crema, gratinadas, en ensaladas con parmesano, etc.
¿Proclive a los cálculos renales?
Uno de los incovenientes de esta verdure es su alto contenido en oxalatos, una sustancia que favorece a piedras en el riñón. Si eres propenso/a, consúmelas siempre hervidas-el cocinado reduce un 15% de la presencia de este compuesto-cambiándoles el agua a mitad de cocción.
EL DATO. Acostumbramos a cocinar las espinacas hervidas, salteadas, etc., pero son crudas en ensaladas como mejor se aprovecha su riqueza en potasio, vitamina C y ácido fólico .
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