¿Tu pareja es tu mejor amigo-a? ¿Le cuentas todo? ERROR. Hay algunas cosas que debes guardar para tí si quieres evitar conflictos innecesarios. Te explicamos cómo, con un poco de tacto, se pueden combinar la privacidad y la confianza.
El número de parejas sexuales que has tenido
Es un tema de conversación que surge habitualmente en las parejas, ¿con cuántas personas te has acostado? Se recomienda encarecidamente cambiar de conversación o dar una contestación vaga. No hay respuesta correcta, nunca sabes cuál es una cifra demasiado alta para tu pareja o cuál es una cifra tan baja que pensará que mientes.
Lo que opinas de sus amigos
A no ser que sea algo moderadamente positivo tu opinión sobre sus amistades no es imprescindible. Cuando decimos moderado significa que no debes poner verde a sus amigos, ni juzgarles aunque tu pareja. Pero, tampoco debes hacer comentarios alabando en exceso, del tipo “tu amiga Pepita es guapísima” o “Juanito es el hombre más inteligente que he conocido jamás”.
Cualquier cosa sobre tu ex
Otra vez los comentarios positivos pueden ser tan mal recibidos como los negativos. Nunca comentes las maravillas de tu ex pareja o lo que echas de menos y jamás lo compares con tu actual pareja pero tampoco te excedas en comentarios críticos porque tu novio puede sentirse incómodo al ver lo mal que hablas de alguien a quién quisiste.
Tus experiencias sexuales
Sientas vergüenza u orgullo de tus anteriores experiencias sexuales no es algo a compartir con tu pareja. Por mucho que lo cuentes como una anécdota graciosa, tu novio-a no dejará de visualizarte disfrutando con otra persona y eso no es agradable para nadie. Aunque sepa que no te conoció virgen, los detalles sobran. Pónte en su lugar
Tu opinión sobre su madre
Con las madres ocurre algo curioso, tú puedes decir lo que quieras sobre tu propia madre pero si alguien ajeno hace un comentario cualquiera te duele en lo más profundo. Las relaciones con las suegras pueden ser complicadas pero nunca debes poner a tu pareja en la tesitura de elegir entre su madre y tú, el resultado puede no ser muy agradable.
Los secretos de tus amigos
Seguro que con tu pareja tienes una confianza enorme pero, los secretos de tus amigos son sagrados. Volviendo al punto anteriormente mencionado, contando ciertas cosas a tu pareja que no conoce ni quiere a tus amigos tanto como tú te arriesgas a que los juzgue y los mire con otros ojos y eso es algo que seguro te molesta. Esto sin mencionar que tu amigo puede sentirse tremendamente traicionado si se entera.
Sus puntos débiles
Adoras a tu pareja pero hay algunas cosas que te molestan, o ni siquiera llegan al punto de molestarte pero sí que eres consciente de alguno de sus “defectos”. Estupendo, nadie es perfecto. Pero, ¡no es necesario que se lo digas! Nada de comentar que ha ganado peso, que a veces le falta madurez o que le queda fatal su camisa favorita. ¿Nunca te dijeron que si no tenías nada agradable que decir es mejor callar?
Si has sido infiel a tu ex
Aunque te arrepientas en el alma es mejor no confesar a tu pareja que fuiste infiel a tu ex. Es algo que abrirá la puerta de la desconfianza “si lo ha hecho antes, ¿porque no lo va a repetir?”. No ganas nada comentándoselo y va a ser difícil transmitir lo distinta que es esta relación a la anterior y lo mal que te sientes por ese error. Si además no te arrepientes, ¡más razón para no contárselo!
Tu amor platónico
Es habitual tener un amor platónico, o una de esas personas que permanece en tu vida como una amistad pero que en varias ocasiones ha sido más que eso. No es buena idea mencionar eso a tu pareja, ¡sobre todo si sigue siendo tu amigo-a! Aunque tú le des una importancia ínfima podemos asegurar que tu novio-a no se lo tomará tan a la ligera.
Tus contraseñas
La pareja se basa en la confianza pero no es necesario fundirse en un solo ser y perder la privacidad. No reveles tus contraseñas a nadie, ¡ni siquiera a tu novio-a! Es un símbolo de tu intimidad y además, sinceramente, si tu pareja necesita comprobar continuamente que puede confiar en ti entonces la desconfianza ya existe y hay que solucionarla, no alimentarla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario