Los antojos durante el embarazo son comunes, entre los cuales destacan como los más deseados los alimentos ácidos y picantes, así como los productos lácteos y el chocolate. Comer lo que te gusta cuando te apetece puede reducir el estrés mental, pero ¿podrían ser perjudiciales para tu bebé? No siempre es fácil saber si algo que queremos comer es seguro o no durante el embarazo.
Arenque
En general, el pescado es una excelente fuente de ácidos grasos omega-3. Sin embargo, es recomendable limitar la ingesta a 2-3 raciones por semana, ya que por ejemplo el arenque puede contener toxinas como mercurio metílico, que pueden afectar el desarrollo de su bebé todavía no nacido.
Salmón
Lo anteriormente dicho también se puede aplicar a otras especies de peces, como el salmón o la trucha, que viven indistintamente en agua salada y dulce. Algunas sustancias químicas naturales en este tipo de pescado pueden causar listeriosis en algunos casos.
Hígado
El hígado contiene gran cantidad de vitamina A, y la alta ingesta dicha vitamina durante el embarazo puede aumentar el riesgo de anomalías durante el desarrollo del feto. Por lo tanto, se aconseja a las mujeres embarazadas evitar los platos con hígado como el pate.
Carne cruda
Asegúrate de freír, hervir, hornear o poner a la parrilla la carne, para evitar contaminación por bacterias y otros gérmenes dañinos que están en las carnes crudas.
Quesos frescos
Los quesos elaborados con leche no pasteurizada pueden contener la peligrosa bacteria listeria. Lo mejor es también evitar los quesos mohosos y los elaborados a partir de leche pasteurizada, como el gorgonzola y el queso de cabra. El queso cocido es seguro, siempre y cuando se caliente hasta que hierva.
Cafeína
Ten cuidado con ingerir grandes cantidades de café o té negro. Nadie sabe a ciencia cierta cómo afecta la cafeína al niño. Efectos de la cafeína tales como el ritmo cardiaco elevado y la falta de sueño pueden ser más pronunciados a medida que avanza el embarazo, debido a que la capacidad del cuerpo para descomponer la cafeína disminuye, por lo que acabas teniendo un nivel más alto de dicha sustancia en el flujo sanguíneo. Dos o tres tazas de café, o cuatro-cinco de té al día, están dentro del rango aceptable.
Prosciutto y salami
El salami es una salchicha fermentada, secado y curada al aire, por tanto, básicamente carne cruda que ha sido elaborada. A menudo contiene conservantes llamados nitratos que podrían ser perjudiciales para el feto. El alto contenido en sal es también algo a evitar siempre que sea posible.
Alcohol
Es obligatorio abstenerse de tomar alcohol durante el embarazo, ya que pasa directamente al feto a través de la placenta. Incluso pequeñas cantidades de alcohol afectan al feto ya que su hígado está todavía sin desarrollar y, por lo tanto, no puede metabolizar el alcohol.
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