REMEDIOS PARA PREVENIR LOS RESFRIADOS

• SÍNTOMAS DE UN SISTEMA INMUNITARIO DEBILITADO
• Cansancio.
• Lenta cicatrización de las heridas.
• Uñas quebradizas y pelo debilitado.
• Herpes y llagas en la boca.
 

Los cambios bruscos de temperaura típicos de esta época pueden debilitar las defensas. Fortalecer nuestro complejo sistema inmunológico es la  mejor forma de liberarnos de los resfriados o de acortar sus molestos síntomas. Conoce cómo.

 

Enriquece las tisanas con ralladuras de JENGIBRE

Además de activar la ciruclación sanguínea, lo que inmediatamente mejora la capacidad termorreguladora del organismo, el jengibre da impulso a las  defensas. La forma más sencilla de incluirlo en nuestra dieta diariamente es añadiendo media cucharadita de ralladuras de jengibre a las infusiones que tomes. Si el particular sabor de esta raíz no es de tu agrado, emplea en su lugar canela en ralladura troceada.

 

BONIATO, en la mesa de otoño

Su color naranja revela la gran cantidad de betacarotenos, el equivalente vegetal de la vitamina A, que posee. Este pigmento es de suma importancia porque mantiene las mucosas de las vías respiratorias y los pulmones en buen estado. Debido a su riqueza  en glutatión y vitamina E, el consumo regulas de boniato también ayuda a regenerar las células inmunitarias. En  puré o en crema, cocinando con puerro y cebolla, es como mejor impuls las defensas.

 

Combate los rigores del frío con EQUINÁCEA

El extracto de equinácea. que puedes encontrar combinado con própolis y tomillo, potencia la respuesta frente a los virus que acechan el sistema inmunológico. Si tomas este preparado durante varias semanas, a razón de 25 gotas diluídas en agua 2-3 veces al día (la mitad, en los niños de 5 y 12 años) afrontarás a los primeros fríos con las defensas a prueba de asaltos. Evita la equinácea en caso de embarazo, lactancia o problemas hepáticos.

 

Toma un YOGUR a diario

Consumir un yogur al día reduce en un 25% el riesgo de sufrir un resfriado. Y es que los expertos calculan que alrededor del 60% de nuestras defensas dependen del buen estado de la flora intestinal. Los yogures, al igual que las leches fermentadas y el kéfir, repueblan  el intestino de bacterias beneficiosas, favoreciendo el perfecto funcionamiento de este centro inmunológico.