¿Por qué unas veces su hijo devora todo lo que le pongan delante y otras veces puede mantenerse el día entero solo con un poco de mantequilla de maní sobre un pedazo de pan? Pues...¡porque es un niño! Es la conclusión a la que han llegado los especialistas. Lo importante es ir creando en el niño hábitos alimenticios correctos y observar si está creciendo normalmente. De todas maneras, estos consejos ayudan:
1) No transmita al niños sus ansiedades respecto a los alimentos.
2) Enseñe sin sermonear las nociones básicas de una buena alimentación.
3) No le declare la guerra a la grasa. Algún porcentaje pequeño que tiene que formar parte de la alimentación total del niño.
4) Procure establecer horas fijas para las comidas y las merienditas de su hijo.
5) No permita que la TV rija las comidas.
6) Procure hacer el mayor número posible de comidas con el niño.
7) No presente al niño un mal ejemplo: coma usted también correctamente.
8) Confie más en la naturaleza y el instinto que guían a su hijo a comer lo que realmente necesita.
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