La sobreexposición solar no sólo puede causar estragos en tu piel. Los ojos también son vulnerables a ella. Y hay que tener cuidado, porque el daño ocular producido por los rayos ultravioleta (UV) es acumulativo y permanente. Puede ser de efecto inmediato, como la queratoconjuntivitis y las quemaduras corneales y de retina, o a largo plazo, como “enfermedades de la superficie ocular como el pterigio, las pinguéculas, el envejecimiento prematuro del cristalino, las cataratas; también aumenta el porcentaje de degeneración macular y de tumores intraoculares”, explica la oftalmóloga Constanza Pedraza, de la Clínica Ruber (Madrid). Por eso, ¡aprende a proteger tus ojos en verano!
NO SÓLO AL MEDIODÍA Y EN LOS DÍAS SOLEADOS
La exposición solar en las horas centrales del día (desde las 12 hasta las 16 horas) es la más peligrosa para la piel, pero no para la vista, ya que aunque el sol se encuentra en su punto más alto los ojos están más protegidos por la sombra de los párpados. Sin embargo, has de extremar tu precaución al amanecer y al atardecer, puesto que en ese momento el sol está más bajo y sus rayos inciden de manera directa sobre los ojos. Y lo mismo sucede con los días nublados, de nubes altas: en ellos el índice de UV sólo se atenúa ligeramente (de 1 a 0,9). Sólo la lluvia, la niebla y las nubes bajas reducen significativamente la exposición a los UV.
La exposición solar en las horas centrales del día (desde las 12 hasta las 16 horas) es la más peligrosa para la piel, pero no para la vista, ya que aunque el sol se encuentra en su punto más alto los ojos están más protegidos por la sombra de los párpados. Sin embargo, has de extremar tu precaución al amanecer y al atardecer, puesto que en ese momento el sol está más bajo y sus rayos inciden de manera directa sobre los ojos. Y lo mismo sucede con los días nublados, de nubes altas: en ellos el índice de UV sólo se atenúa ligeramente (de 1 a 0,9). Sólo la lluvia, la niebla y las nubes bajas reducen significativamente la exposición a los UV.
GAFAS DE SOL: ESCÓGELAS BIEN
“Los ojos son especialmente vulnerables porque no los podemos proteger con cremas, ropa o viseras, por lo que necesitamos unas buenas gafas de sol”, advierte Sandra Perucha, óptica optometrista de Indo. ¿Qué gafas de sol aconsejan los expertos?
“Los ojos son especialmente vulnerables porque no los podemos proteger con cremas, ropa o viseras, por lo que necesitamos unas buenas gafas de sol”, advierte Sandra Perucha, óptica optometrista de Indo. ¿Qué gafas de sol aconsejan los expertos?
Sigue estas pautas a la hora de elegirlas:
✔ Siempre, homologadas y que proporcionen más del 95 % de protección UV. Pero no sólo te ayudan a eso: los filtros protectores que incorporan los cristales de las gafas de sol reducen la fatiga ocular y mejoran la percepción visual.
✔ ¿De qué color ha de ser el cristal? Aunque las gafas oscuras suelen ofrecer mejor protección, no se trata de una norma cierta en todos los casos. El color de la lente debe bloquear el 80 % de la luz transmisible (la que puede filtrarse a través de ella), pero no más del 90 %, o tendrás dificultades para ver. Colores como el gris, el ámbar, el marrón y el verde son buenas alternativas. ¿Las de espejo, ahora tan de moda, protegen bien? “Este tipo de cristales es perfecto para practicar deportes al aire libre o para pasar largas jornadas en la playa o en la montaña, que es cuando la luz del sol resulta más nociva para los ojos”, dice Pedraza.
✔ Asegúrate de que protegen tus ojos desde todos los ángulos. Elige gafas de sol que los envuelvan por completo, para evitar que la luz entre por los lados (en su defecto, usa a la vez un sombrero que bloquee el sol por encima).
✔ Si usas lentillas, protégete también con unas gafas de sol. De este modo, previenes el efecto de ojo seco que suelen sufrir quienes usan lentes de contacto (el viento cálido del verano aumenta la incidencia de este problema).
EL COLOR NO ES SINÓNIMO DE FILTRO
La experta, Constanza Pedraza, previene: “hay que tener cuidado: el color de las gafas no es sinónimo de filtro ultravioleta. Las gafas se deben comprar en sitios especializados en salud visual, donde certifiquen su calidad y nos asesoren expertos. Y deben tener filtros que bloqueen el 100 % de la dañina radiación UVA y UVB. Y ojo, las nubes no son un filtro; por eso, es importante adaptar la protección visual según cada estación”.
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